Los chicos de BigBig Games (que ya han demostrado que son capaces de hacer maravillas en las portátiles, como MotorStorm: Arctic Edge) han aprovechado a fondo cuatro de las principales funciones de la consola gracias a un título de minijuegos protagonizado por una legión de personajillos gamberros dispuestos a causar el caos en nuestro mundo. Veámoslo en detalle:
- Interfaz táctil. Los minijuegos más rápidos e inmediatos son tocando en pantalla, y tenemos un par de ejemplos: una especie de cazatopos golpeando a los personajillos que salen en pantalla o un ring de lucha, en el que podemos estirar y lanzar a las criaturas. Little Deviants también ha sido uno de los primeros títulos en utilizar el backtrack (o pantalla táctil trasera) de PS Vita, gracias a un minijuego en el que tenemos que hacer rodar a los Deviants por distintas localizaciones (tratando de causar el menor daño posible), y nuestro dedo eleva el terreno. Además de una excelente física, el juego es visualmente muy llamativo
- Girómetro. La nueva portátil de Sony puede controlar los juegos sólo con el movimiento, y eso haremos en algunos minijuegos en los que hay que mantener el equilibrio o girar la pantalla para guiar a un Little Deviant por una pantalla llena de peligros que evitar y bonus que conseguir.
- Realidad aumentada. La cámara exterior de PS Vita nos permite jugar en el mundo real como escenario, y desarrollar una caza de Deviants (al estilo Invizimals) o todo lo contrario, defenderlos de fuerzas extraterrestres que se los quieren llevar, disparando contra ellos. La sensación está muy bien conseguida.
- Micrófono. Aunque sólo se ha visto en un minijuego - en el que hay que cantar junto a los Deviants siguiendo el ritmo de distintas canciones, con sus estridentes vocecillas y una versión modificada de la nuestra - estamos seguros de que lo veremos en más opciones, como soplando (al estilo DS).
Aunque Sony aún no ha dado la fecha para el pistoletazo de salida de Little Deviants estamos casi seguros de que lo veremos acompañando a la consola en su salida; pocos títulos son tan buenos para sacar a la luz su excelente potencial.