Lo primero que llamará la atención de los que siguen esta saga es la velocidad de juego que nos hará recordar al clásico UT99, es decir, el primero de los títulos en aparecer de esta saga en el año 1999, el cual era mucho más rápido que sus dos posteriores entregas, UT2003 y UT2004, lo cual es de agradecer ya que imprime una sensación de acción vertiginosa en todo momento que no nos dejará respirar ni un segundo. Sobre el terreno, comprobamos que los cambios producidos en esta cuarta (tercera según los desarrolladores) entrega no son excesivamente aparente en cuanto a las armas a seleccionar, ya que vuelven todas las que en su día convirtieron a su primera parte en todo un clásico. Por ejemplo, volvemos a contar con el lanza-cohetes (un disparo con el botón izquierdo y hasta tres con el botón derecho pulsado, con este ligero cambio con respecto a UT99), el arma de disparo fragmentado, la pistola inicial, el martillo de impacto, la pistola de “mocos” (el bio-rifle), el rifle de francotirador, la ametralladora, el láser de color verde (link gun) o la ya clásica láser azul (shock rifle) tan utilizada en el online en todas las versiones de este juego con sus dos disparos (botón derecho esfera, botón izquierdo láser y la mortífera combinación de ambas). La novedad en este apartado reside en una ballesta que suele estar escondida en los niveles y que lanza un rayo fijador con el botón derecho del ratón que hace que siga la vista del enemigo automáticamente cuando lo captura para poder dispararle un gran proyectil con el izquierdo, apto para toda clase de vehículos.
De los tres niveles a probar contamos con dos iniciales, Heat Ray y Shangri-La, con una estructura muy similar a la ya conocida en esta saga, es decir, una extensión media-grande con gran cantidad de intrincados pasillos que llevan a zonas más abiertas. El tercero en discordia recibe el nombre de Suspense, un enorme mapa con un río cruzado por un enorme puente a cuyos lados se sitúan las banderas en el Capture the Flag. En este último encontramos las grandes novedades de esta entrega como son la gran cantidad de vehículos, empezando por el individual hoverboard o tabla deslizante que activamos con un botón y nos da algo más de velocidad de movimiento aunque sin poder disparar mientras estamos montados, pudiendo incluso engancharnos a otro vehículo para desplazarnos con él. Con ella además vemos otra pequeña novedad como es la posibilidad de caerse, ya que si nos disparan un proyectil cerca, el personaje se caerá al suelo y tardará un par de segundos en levantarse, momento en el que nos pueden “freír” a base de bien. También tenemos un Raptor capaz de volar a grandes alturas (individual), el Goliath con gran potencia de fuego y enorme resistencia (tanque para dos personas) o un pequeño Scorpion, pequeño coche que dispara proyectiles con el botón izquierdo y saca dos grandes cuchillas afiladas con el derecho, cortando a todos los enemigos que tengamos cerca. Aparte de todos estos, en el mapa Heat Ray tenemos otro “vehículo”, por llamarlo de alguna forma, llamado Darkwalker, con una enorme potencia de disparo y resistencia y cuya apariencia recuerda mucho a las naves de la nueva versión de La Guerra de los Mundos, de Spielberg, el cual da bastante ventaja al jugador/equipo que lo consigue, ya que aparece en una zona concreta del mapa cada cierto tiempo.
Aparte de los vehículos o de las armas, esta entrega también cuenta con algunas novedades “menores”. Por ejemplo, el personaje puede realizar dos saltos seguidos llegando a zonas más altas, pero si estamos cerca de una pared podremos realizar algunos más, como si estuviésemos escalándola, pudiendo llegar así a algunas zonas de otra forma inaccesibles, eso sin contar la posibilidad de utilizar las botas de salto que nos hará saltar hasta tres veces más de lo normal. También encontramos distintas partes de armaduras para la cabeza, pecho, piernas y pies en lugar de las completas armaduras de otras versiones.
Como vemos, parece que las novedades no son excesivas, aunque esto es una demo y no nos permite jugar el nuevo modo de juego, Warfare, que incluirá la versión final. Por supuesto, el apartado gráfico es digno de elogio ya que muestra todo el potencial del Unreal 3 Engine que unido a un PC potente puede dejar sin habla, literalmente, en algunas zonas. Nosotros lo hemos probado con un Core 2 Quad con 2GB de memoria y una tarjeta gráfica nVidia gForce 8800 GTX con 768 MB y las imágenes hablan por si solas (una tasa de frames alta sin brusquedades a 1680x1050 con todo el detalle a alto). Evidentemente, la demo también está para testear toda clase de equipos y saber si podremos jugar sin problemas a esta maravilla técnica o tendremos que actualizar nuestra máquina a, por lo menos, un Core 2 Duo con una buena tarjeta gráfica. Pero es que el PC va a recibir en los próximos meses una serie de maravillas para las que merece la pena plantearse la actualización, y una de ellas a nivel de diversión y calidad técnica parece que puede ser este Unreal Tournament 3.
