Crashday - PC

Crashday

Juego para PC
Análisis crítico de Crashday, un juego llamativo de Conducción (Simulación) de Moon Byte. Por Mario Durán, auténtico experto en videojuegos
Crashday
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Crashday - Análisis PC

por Mario Durán
Reseña de Crashday publicada el Clasificación global: #1503 Clasificación en PC: #555Estilo de juego: Conducción (Simulación)
  • Introducción
    El género de la conducción ha sido y será, desde siempre, la cuidada joya capaz de mostrar, de forma eficaz y lucida, las capacidades y virtudes gráficas de toda máquina con pretensiones de atraer al gran público, ya sean o no éstos aficionados a las carreras.
    Es un hecho consumado que, cada nueva plataforma, en cada nueva generación, se asegura de contar con un poderoso purasangre en su parrilla de salida. Desde los tiempos de SuperNintendo con el providencial ?F-Zero?, PSOne con ?WipeOut? y ?Ridge Racer?, PSP con ?WipeOut Pure?, DS con ?Mario Kart?, PS2 con ?GT3?, Xbox y Xbox 360 con ?Project Gotham 1 y 3?. Siempre encontraremos una apuesta, en todas las consolas de mayor éxito; o con intención de tenerlo al menos.

    Pero resulta curioso que a estas alturas, y siendo ya la plataforma más longeva de la historia, el PC no cuente con ningún simulador de conducción a la altura de sus competencias en consolas. Y tal escasez se aventura aún duradera, puesto que lo que acostumbramos a encontrar son arcades, con mayor o menor número de destrucción y posibilidades de edición de los circuitos. Títulos como este ?Crashday?, llegado de la mano de Moon Byte y Replay Studios. Carreras locas, saltos imposibles y armas demoledoras. Veamos.
  • Entretenimiento y duración
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    Multitud de modos y propuestas, con una faceta multijugador que supone la verdadera alma y reclamo de este día de choque.
    Es posible que la propuesta de conducción sea absolutamente simple, pero a la hora de encontrar reclamos y modos de juego, ?Crashday? sorprende con multitud de posibilidades. Veamos.

    Single Event. Escogemos un coche, un circuito y un modo de juego (carrera por vueltas, con o sin armas, etc.). La forma más sencilla de entrar a conocer la jugabilidad y normas de ?Crashday?.
    Modo Career (carrera). Disponemos de 12 coches a ganar o utilizar, con un total de 24 pruebas (en 3 copas) para alzarnos con el título de mejor conductor. Es un modo que dista de ser el clásico historia, pues a pesar de consistir en una sucesión de pruebas establecidas, el talante de éstas varía a cada paso. Encontramos pruebas de choque alternadas con meras carreras y pistas de todos contra todos (Wrecking Match). Desorienta en algunos casos, por el cambio radical entre cada paso del camino; y no acaba por convencernos cuando su duración dista mucho de lo que podemos encontrar en referencias como ?TOCA 3?.
    Vencer en las pruebas, que no carreras, nos reporta puntos de reputación y dinero. Con los primeros nos hacemos con nuevos coches, con los segundos adquirimos mejoras para el coche: Armadura (resistencia), poder de armas mejorado, ampliación de los parachoques, un par de posibilidades de vinilo, alerones y sistema de ventilación.
    MiniGames. Una perita en dulce en la forma de divertidísimos mini-juegos. Los hay de todos los tipos y, aunque en modo individual pueden hacernos pasar algunos buenos ratos, es en el modo multijugador donde le sacaremos el verdadero partido.
    Multiplayer. Es la mayor aportación a las locas carreras, con posibilidad de LAN o INTERNET. En un juego de estas características, donde la pericia al volante no es tan importante como la puntería o las ganas de chocar a 200 Km/h, tal modo es una obligación, nunca un añadido.
    Track Editor. Una opción que se hace agradecer, pero que, una vez más, queda a la sombra de un juego plural, pues no es divertido, a la larga, andar diseñando circuitos de choque para jugarlos en solitario.

    Replays. El lugar para recuperar nuestros grandes momentos. Dada la capacidad casi ilimitada del PC, no encontraremos los reparos habituales de las memory card a la hora de salvar nuestras hazañas.
    Test Drive. Es el modo de carrera libre en el que escogemos un circuito y rodamos por él sin complicaciones ni problemas, en total libertad.

    Muchos modos, brillando especialmente la sección de mini-juegos, pero destaca en todo el conjunto una sensación de poca profundidad de la que es difícil de escapar. ?Crashday? no ha sido diseñado para ofrecer una experiencia gratificante en modo individual, pues no tenemos ni demasiados coches, ni circuitos reales (la mayoría son plazas o cuadrados cerrados para choques), o profundidad en categorías o competiciones. Un único modo carrera, y salpicado de pruebas variables y sin conexión.
    Con tal panorama, resulta sencillo descubrir que el alma del juego es el modo multijugador. Ahí se encuentra su punto fuerte, y a la larga, la vida hábil del título.
  • Control y opciones de juego
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    Control sencillo, quizá demasiado. Cambio automático obligatorio y poca depuración de la conducción o el disparo.
    En primer lugar, y antes de proseguir con los pormenores de control, debemos volver a advertir que ?Crashday? se mueve dentro de los parámetros de la conducción de puro arcade, sin complicaciones ni modificaciones de importancia a tener en cuenta.

    Seleccionar cualquiera de los coches disponibles y comenzar a correr es tan fácil como pulsar el acelerador. Disponemos de una selección para freno de mano, de cara a la galería y a los amantes de los derrapes locos, pero, desde que el juego ni siquiera considera la posibilidad de conducción manual (siempre estamos en automático), toda la complicación a superar es frenar un poco en las curvas cerradas, y poco más.
    Los circuitos son varios y variados, incluyendo terrenos como tierra, hierba o asfalto; pero nuestro estilo de conducción no va a necesitar de adaptación a ninguno de estas superficies, puesto que no influyen sustancialmente en el control; e, igualmente, la única estrategia referencial pasará simplemente por decidir cuándo disparar el nitro o turbo (no siempre disponible).
    Puestos a reducir complicaciones, debemos destacar la falta de una física de derrapaje o inercia realista que nos obligue a apurar las frenadas, controlar la aceleración en las salidas de las curvas, o evitar especialmente salirnos de la calzada por breve espacio, pues, al fin y al cabo, no existe contador o medidor de resistencia de neumáticos, nivel de combustible o elementos como el cambio, la suspensión o el motor. La carrocería es sensible al daño (y vaya sensibilidad. Es una gozada ver el nivel de detalle en la destrucción), pero el medir general de la resistencia del coche es una barra única a modo de medidor de salud que hemos de cuidarnos de controlar.

    Pasando a la posibilidad de mejora o personalización del coche, contamos con la opción de cambio de color, y, casi a modo testimonial, parámetros básicos de suspensión y ruedas; pero son sólo actualizaciones por sistema de nivel (tipo ?Ridge Racer?) que no reportan sensibilidad palpable sino mejoras de cara al resto de competidores.
    Con todo esto en cuenta, la propuesta de ?Crashday? queda absolutamente relegada a la diversión sencilla, a las carreras locas donde imperan la destrucción, los choques imposibles y? Las armas. Armas divididas en dos únicas clases, ametralladora y misiles (con munición finita); cuyo uso acaba destinándose al tipo de pruebas que engloba cualquier derivación de modos destructivos. Su manejo es tan sencillo como buscar el blanco y disparar, puesto que no entran en complicaciones de ningún tipo más que comprar mayor poder de destrucción. Determinantes y opcionales en algunos casos, acaban por definir el espíritu de locura y descontrol del día de choque.
    Un espíritu que logra desesperar en algunas ocasiones, con destrucciones junto a la línea de meta, o especialmente, por el mal uso que se ha hecho de los Checkpoints en la mayoría de los escenarios a modo de circuitos. El trazado serpenteante provoca que al salirnos de la carretera, cosa bastante sencilla de conseguir, podamos acabar en otro segmento del mapa a recorrer más adelante, entrando por un punto de control que no es el adecuado. Tal tesitura será penalizada y nuestra carrera no contará en clasificación ni tiempo hasta que no volvamos atrás y superemos el punto adecuado.

    Se trata de un grave error, comparable al hecho que significaría en ?GT Legends? o ?Ford Challenge? que, al tomar una curva mal y salirnos a la calzada, tuviésemos que volver marcha atrás al principio del giro para probar suerte y mejorar la hazaña.

    Choques, choques y disparos, en definitiva. Ésta es la propuesta de ?Crashday? y eso es lo único que vamos a encontrar. Olvidamos por tanto una conducción realista, por mucho que dispongamos de variadas cámaras; y abrazamos una batalla campal en la que llegar el primero es cosa de pisar el acelerador a tope y no soltar el gatillo.
  • Creatividad e innovación
    6
    Nada especial vamos a encontrar aquí. Destacamos los divertidos minijuegos, todos ellos trasladados directamente de los FPS más clásicos.
    A la hora de medir la originalidad de ?Crashday?, no acaba sorprendiendo en demasía comprobar que todos los elementos a descubrir han sido vistos anteriormente en multitud de propuestas, y en todas ellas en idéntica o mayor calidad.
    En el foro de la conducción sencilla, pocos halagos y nula consideración a la novedad. El coche se maneja casi como en un mini-juego de cualquier título de acción variada, sin complicaciones ni adicciones. Y lo mismo ocurre con los circuitos de carrera pura (pocos de estos vamos a encontrar), poca novedad, por no decir ninguna.

    Algo mejor será la impresión si nos centramos en la parte de la destrucción y la batalla. Aunque el juego no tiene reminiscencias, ni bebe de las fuentes de, por ejemplo, aquél ?Destruction Derby?, los daños en los vehículos acaban formando parte gloriosa de la función. Pero no lo hacen de una forma directa y consecuente, en la medida de trabajar para apartar de la calzada a los contrarios, para embestirlos por la espalda y hacerlos girar, o para acompañarlos contra un muro. Nada de eso, la forma y vía para enfrentarse a los enemigos es buscarlos y destruirlos, en la mayor o mejor distancia posible, como si de un FPS se tratase.
    Tal característica se hará patente, sobre todo, en los escenarios cerrados de batalla. Al no tener una estructura de carretera con curvas (son escenarios abiertos por donde correr como si se tratase de un mapa multijugador de un primera persona), vamos buscando a los enemigos atendiendo al radar. Éstos escapan y giran, y conducen con un comportamiento extrapolable a soldaditos, en lugar de coches; pues la conducción es un mero obstáculo a la hora de girar, escondernos o huir. Así de extraña es su propuesta para con la batalla de coches; así se ha hecho, incomprensiblemente, en lugar de optar por un concepto de persecución acompañado de armas, como en ?Wipe Out?, o ya una vorágine de choques y derrapes, como en el consabido ?Destruction Derby?. Pero nada de eso, ?Crashday? se queda en tierra de nadie, con disparos pero sin velocidad, con choques pero sin carnaval de destrucción. Moderado, fácil.

    En la parte positiva, y muy gratamente, comentar los diferentes modos de diversión para los minijuegos (también presentes en pruebas del modo carrera):
    Wrecking Match. Un todos contra todos con apariencia y normas de FPS.
    Stunt Show. Saltos y rampas a tomar con nitro para volar lo más lejos posible.
    Hold The Flag. Llevar la bandera por un número concreto de Checkpoints.
    Pass the Bomb. Quien lleva la bomba la traspasa por contacto, aquél que la lleve encima cuando se cumpla el tiempo, pierde.
    Bomb Run. Existe un límite de velocidad del que no debemos bajar?
  • Gráficos, sonidos, IA
    8
    Buen apartado gráfico, con detalle en los modelados y agradables brillos y reflejos. El nivel de destrucción de los coches es espectacular.
    En cuestiones técnicas, el apartado gráfico destaca sobremanera por encima del sonoro, con un empaque y solidez destacables.

    Comenzando con el modelado de los vehículos, encontramos buenas construcciones con un nivel de detalle a tener en cuenta (siempre en la opción de niveles superiores). Las carrocerías muestras brillos y reflejos bien conseguidos y, a la hora de entrar en los choques, todo cobra sentido y especial belleza al descubrir, no sólo las partículas de carrocería, cristales y tierra, sino también las chispas de la fricción de los metales y los arañazos en la pintura. El nivel de destrucción es realmente impresionante, encontrando partes internas del coche e incluso viendo saltar las ruedas tras un impacto especialmente fuerte.
    Pasando a los circuitos, aunque están perfectamente realizados, con buen uso de las texturas y la iluminación, debemos advertir que pocos de ellos tienen la apariencia y diseño de un escenario clásico de conducción; encontrándonos en este caso multitud de espacios cerrados sin calzada o terrenos campestres o agrestes. Todos ellos, además, carentes de efectos climáticos destacables, con gran vacío de escenarios nocturnos, y casi ninguno de ellos provisto de paisajes depurados, con edificaciones o monumentos, ya siquiera agua o cascadas.
    Tampoco conviene olvidar el uso del botón para pausar la acción. Acto que, en mitad de cualquier carrera o evento, detendrá todo movimiento situando la cámara junto a nuestro coche haciéndola rotar alrededor de él a una distancia predeterminada.

    Cambiando de tercio y pasando al sonido, descubrimos ritmo de rock con tintes hardcore que animan y electrizan el conjunto aunque, a la larga, su idéntico registro y poca variación pueden acabar por cansar. Los efectos, por otro lado, se dejan escuchar y admirar con algo más de precisión y contundencia, aunque en ningún caso encontraremos grandes pinceladas de exquisitez.

    En cuestiones de olvidos o reproches, debemos reseñar que el juego está en completo inglés, aunque el género no propia un gran obstáculo en esto. Por otro lado, y para dejar buen sabor de boca, se agradece el nivel de potencia, bueno en equipos que no estén a la última.
  • Conclusión
    Un juego de acción sencilla y directa que, si bien puede llegar a cansar fácilmente en el modo individual, nos reportará grandes horas de diversión en multijugador.
    ?Crashday? es un juego de conducción sencillo en cada una de sus facetas. Acelerar con leves frenadas en el control, disparar sin complicaciones en los modos cerrados de duelo, y saltar a máxima velocidad en los tramos o segmentos de vuelo de distancia.
    Encontramos todos los elementos necesarios para pasar un buen rato, pero faltos de profundidad en todos sus aspectos, incluido el modo carrera, una sucesión de diferentes pruebas cubriendo todas las ramificaciones disponibles en los modos libres y minijuegos. Carreras con poco deseo de trazadas perfectas y combates con poca progresión en el apartado armamentístico. Un cóctel de piezas poco pulidas que acaba dejando un sabor agridulce. Bueno por las opciones multijugador, y algo soso para las opciones individuales; con pocos coches a ganar, y poco que hacer con ellos más que pintarlos y añadir un par de mejoras.
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    Datos de Crashday
    • Nombre
    • Compańía
      Moon Byte
    • Género
      - Conducción (Simulación)
  • Juego conocido como
    Crashday
  • Fecha de lanzamiento
    en España el 24 de Febrero de 2006 (para PC)
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