La premisa original es sencilla. Son los años 90, y estás en tu casa aburrido jugando a un clónico de Quake al que además tienes que jugar como cualquier otro FPS, matando lo que haya en pantalla y recogiendo reliquias. En un momento dado no podrás seguir porque morirás, momento en el que recibes un mensaje de tu colega a través de la mensajería de la época, un clon similar al MSN Messenger que los más viejos del lugar seguro recordarán y que ya ha pasado a mejor vida afortunadamente. Puedes interactuar con el programa desde tu ordenador, mirando otros chats y viendo mensajes hasta que te pasa el enlace de un videojuego gratuito que te descargas y comienzas a jugar.
Este videojuego es otro juego de terror en primera persona que guarda muchísima similitud con juegos como los clásicos Alone in the Dark de los 90, solo que en primera persona, y que resulta muy sencillo en sus mecánicas pero tremendamente adictivo al contar con todos los elementos de los survival horror más clásicos. A medida que exploras los entornos, recoges botiquines y la escasa munición, y te vas enterando de la historia, tu colega te sigue enviando mensajes, dando pistas sobre por qué parte va él, e incluso algunos consejos de cómo superar puzles sin darte la respuesta directa para no hacerte spoilers. Sin embargo, lo más raro comienza cuando fuera del juego, en el supuesto mundo real, lo que ocurre es similar a esos juegos de estilo P.T que tan populares se han vuelto en los últimos años, con una casa recreada con todo lujo de detalles y realismo, ruidos y luces que parpadean, y apariciones que te harán dar algún que otro brinco de la silla.
Hay muchos elementos que caben destacar en este Among Ashes. El elemento más original de todos sin duda está en su estilo narrativo, no solo porque sea un juego dentro de un juego, sino porque las interacciones que ocurren, el personaje con el que hablas, el estar jugando a un juego indie real y completo, o incluso tener tu propio Windows con ventanas con las que puedes interactuar. Pasas de jugar a un FPS como DOOM o QUAKE, al servicio de mensajería, al juego de terror de estilo survival de los años 90, al juego de terror más actual, volviendo nuevamente a los clásicos de tu ordenador personal. De alguna forma, sus creadores han conseguido que creas que de verdad eres el personaje al que representas, aunque también puede ser por la edad del que suscribe, y por la de experiencias similares que ha pasado a lo largo de tantos años como jugador.
También hay que decir que el propio survival horror al que jugamos dentro del juego, Night Call, no solo es el hilo argumental de todo el juego, sino que además resulta divertido, cuenta con su propia historia de lo más interesante, y sus mecánicas de juego lo hacen incluso un juego que todos los fans de los survival horror deberían probar y jugar, repito, especialmente si eres de los que juegan a estos juegos y sus mecánicas sencillas y dificultad más o menos elevada suponen un reto. En todo momento se siente uno enganchado, aunque también hay que decir que algunas mecánicas, especialmente de Night Call, deban aún ser pulidas un poquito, ya que en nuestra primera interacción hemos intentado coger algún objeto, que ocurra algún evento, y resultar que no lo hemos cogido sin saberlo, haciéndonos dar más vueltas que una peonza hasta volver al lugar de origen y ver que la escena cinemática automática no nos permitió cogerlo.
Por lo demás, estamos deseando seguir con la historia de Among Ashes, conocer qué ocurre con Night Call, con nuestro colega Mark que también está envuelto en la misma historia, y con esa niña que no tiene demasiada buena pinta y se dedica a darnos algún que otro susto inesperado.