Personajes de Ash of Gods

Thorn Brenin

Thorn Brenin es un capitán retirado que se ha ganado todo lo que tiene a través de la virtud y el honor, ya sea oro o joyas, así como innumerables cicatrices de batalla, el sentido de Thorn de lo que está bien o mal, y su habilidad con una espada con la que se lo ha ganado todo. Ni una sola vez se ha retirado del frente, y siempre tiene éxito en todo aquello que se propone. Siendo un hombre tan ilustre hace que sea aún más doloroso que no pueda encontrar una manera de sanar el débil corazón de su esposa.

Gleda Brenin

Una de las hijas de Thorn, Gleda Brenin es una chica traviesa, fuerte y segura de sí misma. A una edad temprana, su padre comenzó a enseñarle los caminos de la espada, mientras que su madre le inculcó en ella un amor por la lectura y el conocimiento. A la edad de diecisiete años, Gleda se manejaba igual de bien de la historia antigua y en el arte de la esgrima, defendiéndose con un ingenio agudo e incluso con una hoja aún más afilada si es necesario. Es rebelde y no acepta ni vestidos ni peinados que se supone que debería vestir una chica como ella porque cree que solo interfieren con sus actividades, su forma de ser o su vida cotidiana.

Blance (Hopper Roulley)

Blance es un misterio para quienes lo rodean, pero eso no impide que otros confíen en él y valoren sus habilidades y personalidad. A pesar de que se ve y actúa como un humano, es mucho más que eso: Blance pertenece a la raza de seres conocida como la Umbra. Es conocido por la mayoría como Hopper Rouley. Por lo general, se presenta como un escriba, pero también es hábil como sanador, herborista y espadachín competente. Blance es también un fuerte empático y puede sentir el peligro antes de que sea evidente para todos los demás.

Lo Pheng

Lo Pheng es un Eikon, miembro de una raza poderosa que habita la Isla de las Sombras, y es el hijo de mayor rango del Clan de la Sombra. El Eikon y el propio Lo Phen están rodeado de una nube de misterio y rumores, un rumor que se centra principalmente en su capacidad para golpear como si lo llevara el mismísimo viento. Aristócratas, monarcas y comerciantes ricos valoran por igual las habilidades de Eikon, y pagan cantidades asombrosas de dinero para contratar sus servicios (y su espada).