En el panorama actual de los videojuegos de acción en tercera persona, BLACKWOOD irrumpe con una propuesta que combina narrativa cinematográfica, ambientación urbana y mecánicas de combate estilizadas. Desarrollado por AttritoM7 Productions, creadores del táctico Zero Hour, este nuevo título nos sitúa en una Nueva York de 2012, recreada con un nivel de detalle que va desde los anuncios callejeros hasta los secretos ocultos en apartamentos.
En BLACKWOOD ncarnamos a Anton Blackwood, un hombre que lleva una doble vida: por el día, regenta una tienda de DVDs en Brooklyn; por la noche, se convierte en un asesino a sueldo que ejecuta sus contratos con precisión coreográfica. La historia se construye sobre elecciones y consecuencias, y cada enfrentamiento se convierte en una escena de tensión y brutalidad. La ambientación nocturna, los interiores decadentes y los planos cerrados refuerzan el tono de thriller, mientras que los momentos de calma en la tienda y el apartamento permiten explorar la dimensión más humana del protagonista.
El sistema de combate de BLACKWOOD se apoya en una mecánica de takedowns contextuales que ofrece más de 30 finalizaciones únicas, desde ejecuciones ambientales hasta movimientos inspirados en el cine negro. La cámara acompaña cada acción con fluidez, alternando entre cobertura táctica y movimientos ágiles, lo que permite encadenar ataques con estilo sin perder el realismo. La variedad de armas, más de 30 disponibles, y la posibilidad de usar el entorno para eliminar enemigos refuerzan la sensación de control total sobre cada encuentro. En las persecuciones a pie y en coche, el ritmo se acelera sin perder la coherencia visual, y el diseño de sonido, compuesto por la banda interna del estudio, intensifica cada momento de tensión. Este enfoque convierte cada combate en una escena coreografiada, donde la brutalidad se mezcla con la elegancia y la narrativa se filtra en cada golpe.
La estructura de juego se divide entre la gestión diurna del negocio y la ejecución nocturna de contratos. Durante el día, tenemos acceso a interacciones con clientes, diálogos con la mujer que trabaja en la tienda, quien representa el vínculo emocional de Anton con su humanidad, y tareas cotidianas que nos permiten explorar el entorno y descubrir lore oculto. Por la noche, descendemos al sótano, donde se almacenan armas, contratos y recuerdos de una vida que se desmorona. Esta dualidad no solo afecta la jugabilidad, sino también la progresión narrativa, ya que las decisiones tomadas en ambos mundos repercuten en el desarrollo de la historia. El juego no ofrece una estructura lineal, sino que se adapta a nuestras elecciones, lo que obliga a considerar cada acción como parte de un todo más complejo. La presencia de una figura que observa desde las sombras añade una capa de intriga, sugiriendo que Anton no es el único que mueve los hilos.
Desde su presentación oficial, BLACKWOOD ha generado interés por su enfoque estilizado y su fidelidad a los códigos del thriller urbano. Las primeras imágenes y el vídeo revelado muestran una dirección artística marcada por el contraste entre luces de neón y sombras profundas, con una paleta cromática que refuerza el tono melancólico y violento del juego. Las animaciones faciales, los planos secuencia y las transiciones entre gameplay y cinemáticas apuntan a una producción cuidada, donde cada elemento visual está al servicio de la historia. La música original, compuesta por la banda del estudio, no solo acompaña la acción, sino que define el carácter de Anton y el ritmo de cada escena. En conjunto, BLACKWOOD se presenta como una experiencia que mezcla rol narrativo, combate táctico y ambientación cinematográfica, y que busca situarse como referente dentro del género de thriller de acción en tercera persona.


