El nuevo juego exclusivo de Switch 2 es un firma candidato a GOTY de 2025. Puede parecer simplón, pero estamos ante uno de los mejores plataformas de los últimos años, y uno de los imprescindibles de la recién estrenada Switch 2.
Donkey Kong Bananza nos invita a vivir una experiencia plataformera única, en la que el carisma de Donkey Kong y el talento vocal de Paulín nos llevan al centro del planeta. Transformaciones, combates contra Void Company, puzles ambientales y un mundo completamente destructible nos esperan en este título exclusivo para Nintendo Switch 2.
Contexto histórico
Donkey Kong Bananza representa el regreso de Donkey Kong al estilo de plataformas tridimensionales, una fórmula que Nintendo comenzó a coquetear con entregas como
Donkey Kong 64 y las más recientes reinterpretaciones en
Super Mario Odyssey (que, de hecho, cuenta con gran parte del equipo de desarrollo del hasta el momento último juego 3D de Mario). Este nuevo título toma la esencia de los juegos de aventura en 3D y la mezcla con mecánicas destructivas, exploración de capas subterráneas y una narrativa protagonizada por el dúo más inusual:
Donkey Kong y Paulín. Desarrollado por el equipo interno de Nintendo en colaboración con Grezzo, Donkey Kong Bananza destaca por el uso intensivo del
nuevo motor gráfico con físicas mejoradas que permiten romper literalmente casi todo el escenario, tanto los elementos que están a nuestra altura como el mundo bajo nuestros pies. Esto no solo aporta variedad visual sino que
abre caminos ocultos, revela secretos y crea rutas de exploración únicas para cada jugador.
Además del apartado visual, destacan
las transformaciones bananza, un sistema que mezcla plataformas, movimiento libre y combate a través de las tres formas desbloqueables de DK: Deca (modo berserker), Cebra (velocidad y agua), y Bestru (planeo y bombardeo aéreo). Cada transformación se activa con las
canciones especiales de Paulín, un detalle que fusiona la narrativa con la jugabilidad de forma brillante. En comparación con títulos como
Yooka-Laylee,
Super Mario Odyssey o incluso
Crash Bandicoot 4, Donkey Kong Bananza introduce elementos exclusivos del ecosistema Kong:
la destructibilidad completa del entorno,
el modo DK Artist para personalizar terrenos con voxels y esculturas, y
el sistema de ruinas de desafío que mezcla combate, lógica y velocidad. Sin olvidar el
Game Share, que permite jugar con otra persona online con una sola copia del juego.
Por si fuera poco, Donkey Kong Bananza incluye compatibilidad total con
amiibo de Donkey Kong y Paulín, desbloqueando trajes exclusivos y bonificaciones dentro del juego, que aportan ventajas específicas en combate o exploración.
Historia y lore: Un viaje al centro del planeta a ritmo de plátano
En Donkey Kong Bananza nos adentramos en una historia que combina descubrimiento, ambición, música y destrucción. Todo comienza cuando Donkey Kong se encuentra en
Isla Lingote, lugar donde se ha hallado una fuente inagotable de
plátanos dorados, también conocidos como
Gemas de Banandio. Al intentar apoderarse de uno, una tempestad lo arrastra bajo tierra, donde comienza esta nueva aventura. En ese descenso imprevisto, DK forma equipo con Paulín, una joven cantante que busca regresar a la superficie. Ambos comparten un mismo destino: alcanzar el
centro del planeta, donde se dice que se concede un deseo a quien lo alcance.
El lore se construye sobre la premisa de que el mundo subterráneo está dividido en
estratos geológicos, cada uno con su propia atmósfera y arquitectura: desde la tropical
Isla Lingote hasta capas glaciares, volcánicas y selváticas. La ambientación juega con contrastes visuales sorprendentes, donde ruinas antiguas, cristales orgánicos, y estructuras mineras modernas coexisten en un equilibrio precario. A medida que descendemos, las amenazas aumentan, y con ellas las posibilidades de desbloquear habilidades únicas y nuevas transformaciones.
Void Company: antagonistas del subsuelo
El enemigo principal es
Void Company, una multinacional minera que busca controlar los estratos más profundos para extraer los plátanos dorados con fines corporativos. Sus líderes, los Kongs corrompidos, personifican las amenazas del juego:
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Void Kong: montado en una roca voladora, usa tecnología minera para atacar desde el aire.
-
Grumpy Kong: utiliza maquinaria pesada y ataques perforadores.
-
Poppy Kong: controla enjambres subterráneos, usa estrategias indirectas y manipulación.
Estos enemigos no solo bloquean el acceso al centro del planeta, sino que también han corrompido la tierra con
estacas Void, estructuras que obstaculizan el paso y deben ser destruidas con fuerza bruta o ingenio. También se juega con un elemento ecológico al exponer a las grandes corporaciones que quieren destruir el planeta y a nuestros dos protagonistas en contra de ellos.
Ruinas, fósiles y la memoria del planeta
A lo largo del recorrido, descubrimos
ruinas subterráneas, que actúan como pruebas de combate, puzles o fases de desplazamiento lateral, y que van a recordar a las pequeñas fases de Breath of the Wild. En ellas podemos obtener más gemas de banandio, esenciales para evolucionar a DK. Además, encontramos
fósiles, una moneda especial que permite desbloquear trajes, accesorios y ventajas tácticas para Paulín y Donkey Kong. Esta personalización va más allá de lo estético: cada atuendo influye en las estadísticas del personaje.
La historia se enriquece a través de
fragmentos narrativos ambientales: inscripciones, dispositivos sonoros e interacciones con el entorno que nos hablan de antiguos habitantes del subsuelo, civilizaciones extintas y las consecuencias del abuso de recursos. Esta capa de profundidad añade valor a la exploración, incentivando a investigar cada rincón más allá del objetivo principal.
El poder de la música: Paulín como catalizadora
Uno de los elementos más originales en el lore de Donkey Kong Bananza es el papel de Paulín. No solo es compañera de DK, sino que tiene habilidades vocales que alteran el entorno y activan transformaciones. Sus canciones generan
ondas acústicas que provocan reacciones geológicas en el terreno, desbloqueando rutas o revelando secretos. Además, son el desencadenante de las
bananzas, las formas alternativas de DK que cambian completamente el estilo de juego.
Y es que Donkey Kong Bananza no es solo un juego de plataformas: es una fábula sobre el equilibrio entre naturaleza y ambición, el poder de la música como forma de cambio, y el vínculo entre dos personajes opuestos que deben unir fuerzas para alcanzar algo que va más allá del deseo. El núcleo narrativo está repleto de mensajes ecológicos, referencias al capitalismo destructivo y homenajes a clásicos del cine de aventuras como
Viaje al centro de la Tierra.
Personajes principales: DK y Paulín en el corazón de la acción
No es la primera vez que en el universo de Donkey Kong tenemos una dupla de dos personajes protagonistas. En Donkey Kong Country, Donkey contaba con Diddy por ejemplo, así como algunos otros familiares, aunque finalmente la jugabilidad no variaba tanto. Ahora, Paulín le va a dar un giro muy original y fresco a las mecánicas de juego, incluso permitiendo el juego cooperativo.
Donkey Kong: fuerza bruta con alma exploradora
En Donkey Kong Bananza controlamos a
Donkey Kong, el protagonista clásico de Nintendo que ahora adopta un rol mucho más flexible que en entregas anteriores. DK puede saltar, escalar, destruir elementos del escenario y transformarse en distintas formas conocidas como
bananzas. Al inicio del juego, sus movimientos base incluyen:
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Puñetazo frontal para eliminar enemigos cercanos.
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Puñetazo descendente
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Rodar
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Recoger y lanzar objetos
-
Palmada de terreno
Conforme progresamos y obtenemos
gemas de banandio, podemos desbloquear nuevas habilidades o mejorar sus estadísticas de fuerza, agilidad y resistencia. Además, los atuendos que desbloqueamos con fósiles no solo cambian su aspecto sino que aportan
ventajas activas o pasivas durante la exploración y el combate.
Paulín: talento vocal convertido en poder jugable
Aunque no controlamos directamente a Paulín en modo individual (salvo en cooperativo), su papel es crucial. Su voz permite
activar canciones especiales
- Transformaciones de DK (bananza Deca, Cebra y Bestru).
- Reacciones geológicas que modifican el entorno.
- Proyectiles vocales en el cooperativo, que se pueden personalizar según los materiales del entorno.
Paulín también puede cambiar de vestuario, y cada
atuendo desbloqueado con fósiles
Evolución de personajes y personalización
Ambos personajes evolucionan de forma complementaria. Mientras que DK mejora habilidades físicas y destructivas, Paulín amplía sus poderes musicales. Usar bien las canciones de Paulín en el momento adecuado es clave para desbloquear caminos ocultos, activar ruinas de desafío o derrotar a los jefes de Void Company.
Además, los atuendos (accesibles en tiendas subterráneas) añaden una capa de personalización profunda. No se trata solo de estética: algunos trajes reducen el daño recibido, aumentan la velocidad, mejoran el alcance de las transformaciones o incluso revelan secretos ocultos en el mapa.
Estilo de juego: plataformas 3D con destrucción, ritmo y exploración
Donkey Kong Bananza cuenta con el desarrollo del mismo equipo que el grandísimo Super Mario Odyssey. Sin embargo, en esta ocasión han decidido darle un toque diferente y no centrarse en los ya clásicos juegos de plataformas 3D que ellos mismos ha ido creando y reinventando con cada nueva entrega. Aquí lo principal será el descubrimiento de rutas y secretos y la destrucción de casi todo lo que se ve en pantalla, creando así escenarios, rutas y experiencias totamente personalizadas para el jugador.
Plataformas con ADN rompible
Donkey Kong Bananza reinventa el concepto de juego de plataformas tridimensionales. No estamos ante un simple recorrido de izquierda a derecha con obstáculos: aquí
podemos romper el entorno, escalar libremente, planear, nadar y reconfigurar la ruta a medida que progresamos. Cada nivel o estrato subterráneo ofrece
un diseño vertical, expansivo y reactivo, donde el jugador decide cómo avanzar.
Esta libertad recuerda a títulos como Super Mario Odyssey, pero con una diferencia clave:
el terreno es destructible. Podemos romper paredes, suelos y techos para revelar gemas, caminos ocultos o activar ruinas. Los objetos del escenario no solo decoran:
forman parte de las mecánicas y puzles. Por ejemplo, lanzar una roca sobre una plataforma puede activar una cadena de destrucción o abrir un atajo. La interacción con el entorno es directa, intuitiva y placentera.
Cooperativo, transformaciones y personalización
El juego permite
cooperativo local y online, donde uno controla a DK y otro a Paulín, usando las funciones de GameShare y Game Chat. Es un modo pensado tanto para disfrutar entre amigos como para explorar con mayor estrategia, ya que Paulín puede asistir desde la distancia con
proyectiles vocales personalizados.
Las
bananzas, transformaciones animales de DK, aportan variedad mecánica. Cada una se desbloquea con canciones específicas y modifica la forma de juego:
-
Bananza Deca: fuerza bruta, ideal para derribar estructuras y enemigos.
-
Bananza Cebra: velocidad y movilidad sobre terrenos frágiles.
-
Bananza Bestru: planeo aéreo y ataque desde las alturas con bombas huevo.
Además, la personalización no se queda en los atuendos:
los atributos de ambos personajes pueden evolucionar usando puntos obtenidos al recolectar gemas de banandio o superar ruinas. DK puede mejorar su potencia, aguante y control; Paulín puede ampliar el alcance de su canto, la velocidad de sus proyectiles y la intensidad de sus reacciones musicales.
Mecánicas de juego: cómo se juega y cómo progresamos en Donkey Kong Bananza
Estamos ante un escenario de lo más inovador. Se puede definir Donkey Kong Bananza como un juego de plataformas 3D, aunque la realidad es que se acerca más a un juego de aventura y exploración en el que contamos con zonas de plataformas clásicas 2D, y muchas zonas en las que no veremos nada hasta que no experimentos con el entorno. Es como decir que las plataformas no están en el juego, sino que tendremos que crearlas según vamos explorando, y así tenemos el plataformas más original de los últimos años.
Exploración: destruir para descubrir
En Donkey Kong Bananza nos enfrentamos a una estructura de exploración poco convencional. Cada escenario está diseñado con capas verticales de terreno, conocidos como
estratos, que van desde la luminosa
Isla Lingote hasta entornos como el
Estrato Glacial o el
Estrato Volcánico. Lo interesante es que
no hay caminos únicos: podemos decidir cómo avanzar rompiendo paredes, techos y suelos con nuestras habilidades.
La exploración está directamente ligada al uso de los
movimientos base de DK (puñetazo frontal, descendente, palmada de terreno...), y a la interacción con objetos como rocas, estructuras, pilares o plataformas móviles. Estos no solo sirven como obstáculos, sino como herramientas para abrir rutas, activar mecanismos o acceder a
ruinas de desafío. Además, la forma en que descubrimos
gemas de banandio varía: hay que escalar, nadar, planear o usar transformaciones bananza para alcanzar puntos inaccesibles. Se nos incentiva a mirar cada rincón, experimentar con el entorno y
moldear el mapa a nuestro favor.
Combate: fuerza, estrategia y música
El sistema de combate en Donkey Kong Bananza está directamente ligado al entorno destructible. Podemos usar objetos como proyectiles, activar trampas naturales o transformar el escenario para derrotar enemigos. La acción principal se realiza mediante puñetazos (X y B), pero
la clave está en las transformaciones bananza, que cambian el estilo de pelea según la forma:
Deca: modo berserker, ideal para peleas cuerpo a cuerpo y destrucción masiva.
Cebra: velocidad para esquivar y embestir rápidamente.
Bestru: combate aéreo, ideal para enemigos grandes o en plataformas elevadas.
También podemos apoyarnos en
Paulínproyectiles vocales que ralentizan, derriban o dañan a los enemigos. Además, enfrentarnos a los líderes de
Void Company requiere aplicar diferentes estilos de combate, usar el entorno y coordinar ataques con Paulín si jugamos en modo compartido.
Evolución de personajes: gemas, fósiles y habilidades
La progresión se basa principalmente en recolectar
gemas de banandio, que nos permiten subir estadísticas de DK (fuerza, resistencia, control) y desbloquear habilidades nuevas. Estas gemas se obtienen al completar ruinas, derrotar enemigos, resolver puzles o explorar rutas ocultas. También existen
fósiles, una moneda especial que usamos para comprar atuendos en tiendas subterráneas. Lo interesante es que estos
trajes no son solo decorativos: modifican atributos del personaje y ofrecen ventajas únicas, como aumentar la duración de una transformación o reducir el daño recibido.
Además, existe una evolución contextual. Según el estrato donde estemos, podremos desbloquear nuevas capacidades para interactuar con ese entorno específico. Por ejemplo, en zonas volcánicas se mejora la resistencia al calor, o en estratos acuáticos se potencia la movilidad en agua. Esto motiva a adaptar nuestra estrategia y estilo de juego, lo que añade profundidad y variedad al progreso.
Lanzamiento y versiones
Donkey Kong Bananza solo está disponible para la nueva consola de Nintendo (2025), Nintendo Switch 2. NO es compatible con Switch 1, ni con ninguna otra, por lo que para disfrutarlo tenéis que tener la nueva portátil de Nintendo. Está disponible el 17 de julio de 2025. Donkey Kong Bananza para Nintendo Switch 2 sí contiene el juego completo, sin necesidad de descarga adicional para jugar la campaña principal. Esto significa que al insertar el cartucho en la consola, podremos disfrutar de toda la aventura sin conexión a internet ni instalación obligatoria. Sin embargo, como ocurre con muchos títulos actuales, puede haber actualizaciones opcionales que añadan contenido adicional, correcciones o mejoras de rendimiento, especialmente en modos como el cooperativo online o DK Artist.
En cuanto al tamaño del juego, la versión digital ocupa 8,5 GB en la memoria interna o tarjeta microSD de Nintendo Switch 2. Esto lo convierte en un título bastante optimizado, teniendo en cuenta la riqueza visual, los entornos destructibles y las mecánicas de transformación que ofrece.