FIFA seguirá siendo FIFA, y la gente lo va a seguir llamando FIFA de la misma forma que eFootball va a ser el PRO de Pro Evolution Soccer (por si hay alguien que se haya perdido). Como digo en la noticia original, el acuerdo que han mantenido durante los últimos 30 años ambas compañías ha sido muy lucrativo, especialmente para la compañía de videojuegos, quienes han embolsado una cantidad gigantesca de dinero gracias a las últimas entregas de la saga, especialmente con FIFA 21 y 22. Aunque la cantidad de dinero exacta no es conocida ni ha sido desvelada de forma oficial, sus responsables sí que han desvelado a principios de 2022 que tanto FIFA 22 como APEX Legends han sido los dos juegos con más éxito de la compañía, y que entre ambos han conseguido ingresar más de, ojo al dato, dos mil millones y medio de dólares en 2021, millón arriba millón abajo. Gran parte de este éxito está en las conocidas y polémicas cajas botines de FIFA, y que ya en 2021 conseguían hacer ganar a su compañía más de los mil millones de dólares ellas solitas, generando aún más polémica por muchos motivos, como el problema de los jóvenes y la ludopatía, o el de generar el odiado modelo de pay-to-win por el que quien más cajas botines compre, más probabilidades tendrá de tener a los mejores jugadores y más ganará en el juego online.
Obviamente los FIFA eran más que rentables para EA, y uno se puede preguntar por qué siendo la marca tan rentable hace que sus responsables decidan abandonarla, y aunque la respuesta más fácil podría ser porque quieren más dinero, esto es solo un análisis demasiado básico e impreciso aunque también cierto en una gran parte. Este juego de fútbol es la gallina de los huevos de oro de la compañía, que además sabe cómo ordeñar (¿a una gallina?) para que lo siga siendo, y después de más de treinta años llamándose FIFA y siendo conocida como tal, y más aún, sabiendo sus fans que se van a seguir encontrando con algo realmente similar en la siguiente entrega de la saga a nivel de mecánicas, apartado técnico, licencias, y opciones de juego, y que muchas estas licencias han sido manejadas por la propia EA con acuerdos publicitarios independientes a FIFA incluyendo a jugadores clásicos que prestan su imagen y su nombre para vender el producto, no es necesario pagar a FIFA un mínimo del 25% de los beneficios de la marca por un acuerdo de cuatro años, más los pluses y porcentajes de cada venta que hayan pactado, y que a buen seguro no es barato. No hay que olvidar que al igual que con Star Wars o cualquier otra gran acuerdo, las marcas no solo quieren una cantidad de dinero (los mil millones) por usar sus assets, nombres, imágenes y demás, sino también un porcentaje por cada producto vendido, lo que hace un negocio muy rentable para la FIFA mientras que EA hace todo el trabajo duro de desarrollo, promoción y logística, y dicho sea de paso, el odio de una buena parte de la población mundial (just saying, no que no esté de acuerdo...).
Después de los muchos palos comerciales recibidos por parte de muchos sus juegos, de la mala imagen que tienen desde hace unos cuantos años siendo considerados por mucho tiempo como la peor compañía del planeta en Estados Unidos, y de tener solo un par de buenos juegos con mucho éxito comercial que es, de alguna forma, lo que sustenta a toda esta estructura, la compañía con sede en Redwood City, California y que en 2021 fue adquirida por un grupo inversor de Arabia Saudí necesita un buen lavado de cara y hacer mucho más rentable todos sus proyectos, por lo que soltar a FIFA como partner es un buen comienzo para ser más rentable y, de alguna forma, que eso ayude también de forma indirecta a muchos otros desarrollos. Solo falta por ver cómo afecta este cambio de nombre y de licencias al juego final, y también si esto dará la oportunidad a alguna otra compañía (2K por ejemplo) de hacerse con los derechos de la FIFA y hacer un juego que esté a la altura de los dos grandes aspirantes al trono como mejor juego de fútbol de PC y consolas.