Si eres fan de las películas de artes marciales de los años 80 y 90 especialmente, un juego de estas características arrancará más de una sonrisa por cumplir muchas de las escenas que podíamos ver en ellas, aunque seremos nosotros el auténtico héroe de la acción. Los chicos de Joyfun Game nos presentan su Faith of Danschant: Hereafter, un juego de rol de acción en tercera persona en el que encarnamos a un cazador de demonios, algo diferente de en mangas y animes actuales, pero igual (o más) poderoso.

Este título es la secuela de uno con un nombre muy similar, Faith of Danschant, aparecido en 2017 y esta secuela se aleja bastante de lo que podíamos disfrutar en el anterior, ya que si bien el primero es un juego de rol por turnos de corte muy tradicional, éste se plantea como un juego de rol de acción en el que lucharemos contra toda clase de enemigos, humanos y demonios, en tiempo real y con un aspecto muy espectacular. El vídeo, de más de doce minutos de acción, nos muestra algunas de estas escenas y que, de hecho, una de sus mecánicas podría recordar y mucho a una vista en películas clásicas de artes marciales, incluyendo la quizás más reciente Tigre y Dragón, en la que veíamos a dos de sus protagonistas, Li Mu Bai (Chow Yun-Fat) y Jen Yu (Zhang Ziyi), apoyarse en lo alto de altísimos delgadísimos árboles sujetando su peso e, incluso, pudiendo luchar en ellos.



De hecho, esto parece ser una de las mecánicas de juego comunes, ya que permiten al protagonista subirse a las copas de los árboles para poder ver a una distancia mucho mayor, además de tomar por sorpresa a esos enemigos que se encuentran a ras del suelo, pudiendo caer sobre ellos realizando ataques cuerpo a cuerpo.

De momento no sabemos mucho más de esta segunda parte del juego desarrollado por Joyfun Game, más allá de que será lanzado para PC (con RTX activo, algo que Nvidia ha aprovecha para mostrar este gameplay en su propio canal), así como en "consolas", aunque muy probablemente tengamos que esperar hasta, al menos, 2022, por lo que PS5 y Xbox Series parecen las receptoras más probables.