La primera parte,
Hellblade: Senua's Sacrifice, es un juego de los que se pueden denominar "cortos", ya que tiene una duración de unas seis horas en las que, además puedes sacar sin demasiados problemas el 100% de los logros, tampoco siendo muy rejugable más allá de disfrutar nuevamente de la historia y la experiencia. Esta segunda parte, Senua's Saga: Hellblade II, va por el mismo camino, y aunque parece que en Ninja Theory han querido darle algo más de peso a las mecánicas de juego, especialmente la exploración y su sistema de combate, tenemos que su duración estimada
no supera las ocho horas de juego.
Siendo un juego de Game Pass desde el primer día no es mala noticia, ya que podemos disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer por el coste de la suscripción.