El sistema de combate de
DRAGON QUEST VII Reimagined mantiene la estructura por turnos que caracteriza a la saga, pero introduce mejoras que lo hacen más dinámico y estratégico. A diferencia de la versión original de
PlayStation (1999) y el remake de
Nintendo 3DS (2013), donde los combates se desarrollaban en pantallas separadas con transiciones, ahora los enfrentamientos ocurren directamente en el entorno, sin cortes visuales. Esta integración permite una experiencia más fluida y coherente con la exploración.
La eliminación de transiciones recuerda al enfoque de títulos como
Octopath Traveler o
Live A Live HD-2D, donde los combates se integran en el mismo plano visual que la narrativa. Esta decisión no solo mejora la inmersión, sino que también agiliza el ritmo de juego, permitiendo que cada encuentro se sienta como una extensión natural del mundo.
Auto-battle, velocidad ajustable y derrotas instantáneas
Una de las novedades más funcionales es la inclusión del
auto-battle, que permite automatizar los turnos en combates repetitivos. Esta opción puede combinarse con el
ajuste de velocidad, que acelera las animaciones y la resolución de acciones. Estas herramientas son especialmente útiles para sesiones de farmeo o exploración prolongada, donde el objetivo no es la estrategia sino la eficiencia.
Además, cuando el grupo tiene un nivel claramente superior, los enemigos pueden ser
derrotados automáticamente sin entrar en combate. Esta mecánica, similar a la vista en
Bravely Default II o
Persona 5 Royal, permite que los jugadores mantengamos el ritmo sin interrupciones innecesarias, favoreciendo una progresión más fluida en zonas ya dominadas.
Vocaciones duales y sistema de perks
El sistema de clases regresa con fuerza en DRAGON QUEST VII Reimagined, pero con una mecánica renovada: el
Moonlighting. Esta función permite que cada personaje equipe
dos vocaciones simultáneas, combinando habilidades, estadísticas y estilos de combate. Esta dualidad abre la puerta a
builds personalizadas, donde se pueden mezclar vocaciones ofensivas con soporte, o defensa con magia, según el estilo de juego.
Cada vocación desbloquea
perks vocacionales, efectos pasivos que se activan en momentos clave del combate, como cuando un personaje alcanza su
máximo nivel de tensión. Estos perks pueden alterar el curso de una batalla, ofreciendo bonificaciones de daño, recuperación automática o mejoras temporales en atributos. La gestión de estos efectos añade una capa táctica que no estaba presente en las versiones anteriores del juego.
Vocación de monstruo e invocaciones estratégicas
Una de las clases más singulares es la
vocación de monstruo, que permite invocar criaturas aliadas con habilidades únicas. Estas invocaciones no son simples ataques especiales, sino entidades que permanecen en combate y ofrecen soporte, defensa o daño adicional. Esta mecánica recuerda a los
Espers de Final Fantasy VI o los
Guardianes de Shin Megami Tensei, donde la gestión de aliados no humanos forma parte de la estrategia.
La vocación de monstruo también permite desbloquear habilidades exclusivas que no están disponibles en otras clases. Estas habilidades pueden incluir
curación grupal, escudos elementales o ataques de área, lo que convierte a esta vocación en una opción versátil para enfrentamientos complejos. Su uso adecuado puede marcar la diferencia en combates contra jefes o en mazmorras con enemigos de alto nivel.
Construcción de builds y adaptación táctica
La posibilidad de combinar vocaciones permite que los jugadores diseñemos
builds especializadas según el tipo de enemigo, el entorno o el objetivo narrativo. Por ejemplo, un personaje puede combinar la vocación de
Guerrero con la de
Sanador para resistir daño mientras apoya al grupo, o mezclar
Mago con
Ladrón para explotar debilidades elementales y robar objetos raros.
El sistema favorece la
adaptación táctica: podemos cambiar vocaciones, ajustar tácticas y modificar el ritmo de combate según las necesidades del momento. Esta flexibilidad es una evolución directa del sistema de clases de
Dragon Quest VII (PS1), donde la progresión era más rígida y requería largos periodos de entrenamiento. En DRAGON QUEST VII Reimagined, la progresión es más accesible, pero conserva la profundidad estratégica que caracteriza a la saga.
Comparativa con versiones anteriores y juegos similares
En la versión original de
Dragon Quest VII para PlayStation, el sistema de clases era extenso pero lento, con una curva de aprendizaje exigente. El remake de
Nintendo 3DS introdujo mejoras visuales y ajustes de ritmo, pero mantuvo la estructura básica. DRAGON QUEST VII Reimagined toma lo mejor de ambas versiones y lo combina con elementos modernos, como la
ausencia de transiciones, el
auto-battle y la
dualidad vocacional.
Comparado con otros RPG tácticos contemporáneos, DRAGON QUEST VII Reimagined se sitúa en una posición intermedia entre la profundidad de
Fire Emblem: Three Houses y la accesibilidad de
Octopath Traveler II. Su sistema de combate no busca reinventar el género, sino refinarlo con herramientas que permiten a los jugadores tomar decisiones más inteligentes sin sacrificar el ritmo.