Kirby y el Laberinto de los Espejos

Por fin Nintendo y HAL Labs han decidido crear una aventura totalmente nueva a la altura de nuestra querida bola rosa. Recordemos que la anterior entrega, Kirby: Pesadilla en Dreamland era poco más que un ?remake? del juego original de NES (para más datos, os remitimos a nuestro análisis del título)

En esta ocasión, un enorme peligro amenaza el mundo de los espejos, y a través de él todo Dreamland. Nuestro viejo conocido, Metaknight, vuela raudo y desaparece a través del laberinto de espejos. Poco después, cuando Kirby se encaminaba hacia allí, es sorprendido y atacado por un Metaknight oscuro, que de un solo espadazo divide a nuestro protagonista en cuatro?

Es hora de que los 4 seres más tragones de Dreamland solucionen el misterio que se esconde detrás de los espejos. ¿Te animas a acompañarlos?

El cambio en el sistema de juego puede resultar poco atractivo para muchos jugadores. Por otro lado, siempre agradecemos los minijuegos añadidos.

Aquí es dónde viene el cambio más grande entre este Kirby y todos sus hermanos: por primera vez en la saga, se renuncia por completo a la linealidad, añadiendo un mapa para cada fase que tendremos que explorar.
Una vez empecemos con la primera fase, nos daremos cuenta de que los espejos pueden mandarnos a cualquiera de los 8 mundos en los que está dividido el país de los espejos. Claro, esto hace que moverse por cada una de las fases pueda ser muy caótico si no somos capaces de encontrar el mapa con todos los caminos que hay en cada uno de los mundo, con lo que tendremos que volver a repetir muchas veces los mismos trozos para encontrar las distintas entradas a cada uno de los mundos. En un 90% de los casos simplemente necesitaremos una habilidad especial (roca, fuego, rayo?) para conseguir encontrar la puerta adecuada, ya que nuestro objetivo final es reunir 8 trozos del cristal que están en poder de los jefes finales del juego.



Este cambio va a encantar a una gran parte del público, porque complica el juego y lo hace mucho más interesante (sobre todo para llegar al 100%), pero también puede resultar demasiado lioso para gente que simplemente busca un plataformas normal, especialmente los más pequeños, que se pueden aburrir rápidamente de repetir trozos y buscar puertas.

Otro punto que brilla con luz propia en este apartado son los distintos minijuegos incluidos , que podremos disfrutar hasta a 4 jugadores:

El Gran Atracón: Sé el primero en reaccionar y comerte todos los platos antes que tus compañeros. Simplón, pero muy adictivo a 4 jugadores.

Puño de Hierro: Carga distintas barras y golpea en el punto preciso. Posiblemente el más divertido del grupo, contra la máquina o contra tus amigos.

Surf a lo Kirby: Enfréntate en una carrera aprovechando al máximo los saltos en cada una de las olas. Del estilo al juego de carreras del anterior Kirby pero menos espectacular gráficamente.

Nuevos poderes y mejora de los antiguos; añade un modo multijugador y...

Si algo funciona muy bien, ¿para qué cambiarlo? No hay duda de que esta ha sido la política a la hora de enfocar este título. El control de Kirby no ha variado un ápice desde su estreno en GameBoy hace 12 años; si alguien es un recién llegado al mundillo de Nintendo, recordarle que a diferencia de otros héroes de plataformas, las principales características de Kirby son: su capacidad para volar , hinchándose como un globo, y su habilidad de tragarse a los enemigos, absorbiendo sus poderes .
Pero como para un estreno de esta categoría siempre hay que estrenar algo, en esta ocasión Kirby viene con nuevas transformaciones, como la de ángel (armado con un arco) o cocinero (capaz de cocinar a todos los enemigos de la pantalla y recuperar energía). También muchas de las antiguas transformaciones, como espadachín o luchador se han visto muy mejoradas con la inclusión de un montón de nuevos movimientos.



La otra mejora en este apartado viene dada por el multijugador añadido; al partir a Kirby en 4 tendremos la posibilidad de que cada uno de ellos sea manejado por un amigo nuestro, siempre que tenga una GBA y el juego, o bien por la consola; en este segundo caso, Kirby hace uso de un móvil (con batería limitada) para llamar a sus compañeros, y estos le ayudarán a superar algunos obstáculos o enemigos finales con distintas ayudas. Desgraciadamente, se suelen quedar en la misma habitación en la que son llamados, con lo que la ayuda será mucho mayor si conseguimos que los maneje algún amigo.

Elementos nuevos (como el estilo aventura) y antiguos (como los minijuegos) se dan la mano en este cartucho

Si bien es cierto que en esta aventura vamos a encontrar muchos elementos originales, como las nuevas habilidades y enemigos, o el asunto de los espejos, la verdad es que también hay una enorme cantidad de elementos calcados del anterior cartucho de Kirby. Incluso lo más ?novedoso?, la división de los Kirby, es algo que hemos visto hace relativamente poco en Zelda: Four Swords

Algunos escenarios, ciertos puzzles y montones de enemigos ?reciclados? se intercalarán durante toda la aventura, pero esto es algo difícilmente evitable cuando tratamos una saga, ya que poca gente se podría imaginar un Mario en el que no salieran Toads o Buus, o un Castlevania sin zombies o tritones? Pese a los toques antiguos, la aventura se ha empujado en una dirección distinta con los caminos para explorar, cosa que rompe con lo visto. El multijugador, pese a estar incluido también como extra en la anterior versión, se enfoca también de otra forma, haciéndolo más cooperativo y necesario.

Lo que nos ha parecido excesivamente ?calco? son los minijuegos, ya que de los 3 sólo uno es medianamente original, siendo los otros una adaptación de los incluidos anteriormente. Y para la empresa que se encarga de incluir más de 50 minijuegos nuevos cada año en los ?Mario party?, eso merece un fuerte tirón de orejas.

Kirby se presenta con uno de esos juegos que sin ser de los que impresionan desde un primer momento, acaban cautivando por su buen hacer.

Nos encontramos ante uno de esos títulos que no van a impresionar al primer vistazo pese a sus muchas virtudes; un tremendo colorido, personajes imaginativos y muy bien animados y un buen montón de pequeños detalles, pero sin demasiadas excelencias gráficas. Una de las razones, no cabe duda, es la inclusión del multiplayer, que de otra forma hubiera quedado sobrecargado y posiblemente hubiera echado por tierra el resultado final. Pero también es cierto que Nintendo nos ha demostrado con otros títulos (como Yoshi Island) que esta portátil da para algo más.

De todas formas, esta nueva parte de Dreamland que vamos a descubrir es francamente bonita, original y distinta en sus paisajes. En los 8 mundos en los que se divide en laberinto vamos a encontrar elementos claramente diferenciadores, así como enemigos ?autóctonos? para cada uno de ellos. Mención especial merecen los jefes finales, sólidos y muy bien animados, especialmente los últimos.



El apartado musical, como siempre, ha sido mimado por HAL Labs. Melodías pegadizas y tranquilas para las fases de exploración perfectamente conjugadas con otras mucho más movidas para los momentos más emocionantes del juego. Entre otros tesoros, el juego incluye cada una de las pistas de audio escondidas en cofres por el mapeado, así que los amantes de las buenas composiciones tendrán que esforzarse el doble.