Mega Man Powered Up

Estamos todos de suerte, o al menos todos aquellos afortunados poseedores de una PSP y, aunque sea, un poquito de interés por el género de las plataformas. Si en breve les relatábamos las virtudes y carencias (pocas) de ?Megaman Maverick Hunter X?, conversión del clásico para SuperNintendo ?Megaman X?, ahora debemos remontarnos un poco más atrás en nuestros recuerdos y retroceder hasta 1987 para, en plena gloria de la primera consola de Nintendo, la NES, hallar la primera aventura, ya mítica y por siempre recordada, de Mega Man.



Este entrañable robot azul que, viendo ahora un remake como pocas veces se ha visto antes por calidad, adaptación y, aun así, precisión, encuentra su plataforma perfecta, una vez más, en PSP.

Tenemos 3 modos de dificultad, la posibilidad de repetir el juego con cada uno de los malos finales, 100 pruebas de desafío y el editor de niveles.

Aquellos con memoria o gusto para los emuladores, vendrán a puntualizar lo limitado de la propuesta para el original de CAPCOM, mas, por suerte para nosotros, tales tiempos de vida corta y desafíos rudos, han quedado muy atrás en esta conversión.

Partimos y contamos con el modo renovado, aquél del que os hablamos, parte central de la aventura y nuestro tiempo para con el UMD; pero en un alarde de esmero, en ?Powered Up? ha sido incluido el clásico original, con la estructura de niveles y sonido intactos, aunque con una apariencia renovada, en color y detalle, tomando la base del remake de nueva generación. Una inclusión tan acertada, que incluso recorta la pantalla para perder la panorámica y jugar en un 4:3 caduco pero fiel. Un grandísimo detalle a agradecer, que nos brinda la oportunidad de comparar los cambios efectuados en todos y cada uno de los niveles; aunque por suerte han mantenido la posibilidad de salvar la partida para hacernos la vida más fácil.

Continuando con las posibilidades, es inevitable señalar la gran duración extra que recibe el juego al permitir controlar a todos los Final Bosses que logremos derrotar con nuestra arma básica. Alguno de ellos muestran pocas capacidades para superar pantallas con facilidad, pero otros cuentan incluso con habilidades especiales muy útiles (Cutman puede rebotar en las paredes). Es una fuente de horas y desafíos, como la siguiente aportación, también novedosa: el curioso modo Challenge. En él, se nos ofrecen diferentes y variados retos a completar, y, dada su longevidad y dificultad, nos servirán de apreciado escape y entretenimiento entre combate y combate.

Y por si todo esto fuese poco, aún queda una de las aportaciones más interesantes, la posibilidad de construir nuestros propios niveles/Escenarios. La mecánica es de lo más sencilla, y se adjunta un correcto tutorial para guiarnos en cada paso. Para ganar en riqueza para éstos, veremos que a medida que superamos las diferentes fases, encontraremos ?paquetes? escondidos a modo de fichas de colores. Dar con ellas es obtener diferentes elementos para nuestro fin: enemigos, plataformas, estructuras, etc. Es divertido intentar encontrar el mayor número posible, y dada la falta de elementos extra/ampliables para el propio Mega Man, tales ítems cubren la parte de exploración/búsqueda rebuscada.

Control excelente, aunque algo limitado por el salto y disparo, sin modificación alguna más allá de las armas de los enemigos.

¡Mega Man ha vuelto!, pero en esta ocasión, y como ya nos hemos apresurado a comentar, lo hace tomando como punto de partida su primera misión, su primera aventura. En ella descubríamos, y por tanto ahora encontramos, que un pequeño robot azul (visto aquí en primicia, al comienzo del juego, sin la armadura) posee en su brazo izquierdo un cañón vulcan con munición infinita capaz de plantar cara, con garantías y frescura, a todo engendro mecánico que se nos cruce en el camino a la paz total.

Los enemigos se dividen en dos clases o tipos, aquellos cibernéticos que pululan libre y agresivamente por cada escenario, y los Final Bosses o enemigos finales; guardianes y fuentes de inspiración para cada uno de los niveles.
Según luzca la habilidad de cada fiero enemigo final (pequeño en tamaño y grande en carisma y encanto), así encontraremos el reflejo en el diseño de los entornos. Rayos de energía en los dominios de Elecman (poder eléctrico), plataformas resbaladizas para Oilman, deslizantes para Iceman, etc.

La baza común serán diseños que requieren lo mejor de nosotros en combinación de salto con disparo, y multitud de paciencia para completar el nivel y acabar con el ?malo? sin posibilidad de continuar más allá del número de vidas con el que contemos; aunque eso sí, para suplir un poco la loca dificultad del clásico de NES, ahora encontramos Checkpoints en nuestro camino (3 en cada fase, incluso en el modo clásico), y la posibilidad de salvar la partida, para no vernos obligados a superar el juego en una única sentada.



Continuando con fidelidades, en ?Powered Up? nuestro disparo único es válido para cualquier situación, y cambiar de arma es cosa de capricho y sutileza, pero rara vez de necesidad. Así, recordado, ahora reviviendo, nuestro personaje parte con el arma simple, a base de disparos sencillos, y no podemos hacernos valer, como en otros capítulos posteriores ocurría, ni de la carga del blaster (dejar pulsado el botón de disparo para producir un impacto de mayor potencia), ni de la posibilidad de Dash (avance rápido deslizando por el suelo), ni rebote en las paredes (aquí en manos de Cutman).

Nuestra única habilidad ampliable en esta ocasión, será la capacidad para robar las armas de los 8 enemigos finales, todos ellos adaptados con gracia y esmero. De este modo, aunque perdemos habilidades de acción, encontramos clásicos como el disparo de fuego o hielo, presentes, por lo que vemos, desde el principio de los tiempos del Doctor Wily.
Con este recorte, el control, de respuesta perfecta, se torna aún más sencillo, pues lo único que precisa de nosotros es saltar y disparar, con el tipo de envite propio según la ocasión y el enemigo; o, más concretamente, de nuestra preferencia según el momento, pues, en los 8 niveles a superar, aunque nuestro objetivo sigue siendo el mismo que de costumbre (derrotar a los renegados robots fin de fase), al absorber las armas características, no será tal acto tan crucial para hacer el camino más fácil con el resto de ?malvados? renegados. En esta ocasión, y a diferencia del resto de juegos de Mega Man, tales armas no son imprescindibles para ajusticiar a según qué enemigos, en virtud de sus puntos fuertes/débiles.

Elementos escondidos para cada personaje, modo original incluido, el modo Challenge, y el ilimitado modo de edición de niveles.

Seguimos estando de suerte, y por extraño que nos pueda parecer, elogios y alabanzas han de ir a parar a los chicos de CAPCOM. Lejos de plantear el juego como un simple remake o adaptación, se ha optado por la adición de contenidos, por la mejora en todos los niveles. Así, podemos disfrutar de numerosos añadidos o extras a tener muy en cuenta. Comenzado por la inclusión del modo original, para todos aquellos con deseos de la máxima dificultad, de recordar viejos tiempos. Tiempos en los que precisamente no estuvieron los dos personajes nuevos, las aportaciones de Oil Man y Time man; no presentes en 1987. Carismáticos y sin desentonar lo más mínimo, suben a 8 el elenco de rivales a superar.

Superar el juego no será tarea nada fácil, pero resulta más agradable al haberse incluido nada menos que 3 niveles de dificultad, seleccionables individualmente en cada fase, para poner las cosas más fáciles, o no, siempre que lo requiera la ocasión. Y no es simple reducción de enemigos, sino que son palpables cambios en las estructuras del nivel, con ayuda para los saltos complicados y plataformas móviles.



Y para complicados, los Final Bosses, aunque? Esta vez el premio no es sólo quedarnos con su arma, sino que, al acabar con ellos con nuestro blaster básico, ganamos su control para hacerlos seleccionables. Es un aliciente no sólo para el tiempo de juego, sino para la jugabilidad misma, puesto que en todos los niveles encontramos cubos especiales (con un icono de habilidad o elemento implantados en ellos) que no pueden ser superados por Mega Man. Tales obstáculos son barreras que sólo pueden ser traspasadas por ciertos personajes, abriéndonos caminos y estancias secretas. Sin duda una gran idea para repetir niveles sin caer en la desidia.

Entrando en modos nuevos, destacar el divertido, aunque altamente difícil, modo challenge: 100 desafíos con diferentes escenarios (90 para Mega Man y sus enemigos, y 10 más para combates con estos mismos personajes) diseñados con dificultad variable. En la gran mayoría de los casos el desafío en grande y, si bien completar cada tarea no lleva demasiado tiempo una vez le cogemos el truco, se necesitará de numerosos intentos, y una gran carga de paciencia, para hacerse con todos ellos. Desafíos como superar una suerte de plataformas sin caernos, derrotar a cierto número de enemigos en un tiempo limitado, etc.

Por último, resaltar la gran novedad de ?Powered Up?, la posibilidad de poder construir nuestros propios niveles; y no sólo por amor al arte, sino con la excelente posibilidad de conectarnos a Internet y colgarlos allí en servidores reservados, para entrar en un intercambio mundial de pantallas ?nuevas?.

Sonido y gráficos de primera, con gran colorido y buenas animaciones. Texto en inglés y alguna ralentización puntual.

Como ya ocurriera con ?Maverick Hunter X?, los chicos de CAPCOM se han tomado muy en serio la conversión, y adaptación, a PSP del muchachito Mega Man. Gráficos coloridos, preciosistas; con una limpieza y definición muy altas.
Comenzando por el diseño y modelado de los personajes, todos ellos aparecen perfectamente caracterizados, con una estética heredera del SD manga (cabezas muy grandes, con cuerpos algo desproporcionados, pequeñitos), muy acorde y agradecida con el tipo de juego y ambiente general. Con especial mención a los malos finales y al propio Mega Man, todos los robots aparecen con resolución meritoria, suavidad en sus movimientos, e innegable belleza.
Como bonitos son todos y cada uno de los escenarios implementados en el juego.

Por mucho que casi todos ellos estén basados en su referencia histórica, han sido rediseñados tanto en aspecto como en colocación, ofreciendo un acompañante perfecto para esos simpáticos personajes; fundiendo en perfecta armonía diseños 3D en movimiento con aparentes 2D en Scroll lateral.



En cuanto a los efectos, todos ellos bonitos y cercanos, en cierta medida, al cómic; por primar el dibujo de las explosiones sobre el efecto mismo de luces para con éstas. Agradables y nunca forzados o molestos, cumplen de sobra con su cometido.

Como único punto negativo, anotar las palpables ralentizaciones que sufriremos en momentos puntuales, siempre que la pantallita se muestre sobrecargada de enemigos o elementos (como el fuego que se propaga por un suelo repleto del aceite de Oilman).

Pasando al sonido, todos son buenos pensamientos para con el apartado. En cuestión de efectos, añoranza de los viejos tiempos en el modo clásico, con la banda sonora también intacta; aunque, en el modo nuevo, todo esta imbuido con idéntico espíritu, y caemos así en la cuenta de que las melodías son remixes de las clásicas, tal y como los sonidos de toda clase, imitaciones de los originales pero puestos en forma para este 2006.

Por último, resaltar que le juego no ha sido doblado ni traducido. Un inglés en todos sus textos que, aunque no se muestra imprescindible para enfrentarnos a la aventura, sí que puede desilusionar un poco a los más pequeños, interesados en seguir la pequeña historia que se desarrolla en ?Powered Up?.