ANALISIS OPERATION: VIETNAM

Alguien dijo una vez, 'Si pasas por el infierno no te pares'; no es la primera ni la última vez que se recordará la guerra del Vietnam como un infierno, sin embargo en esta ocasión es un infierno bastante divertido.


Un típico juego de disparos (shoot' em up) de vista superior, con la posibilidad de manejar a cuatro personajes con características diferentes, cuál usar en cada momento lo irás aprendiendo durante el juego.
La pantalla inferior nos muestra un muy intuitivo interfaz que nos permite gestionar al pelotón de cuatro hombres. Las características que diferencian a los soldados son el tipo de arma que llevan, cada una con una cadencia de disparo determinada y en el caso del médico el uso mejorado de los botiquines. Cada personaje tiene un carácter concreto que a lo largo del juego irá revelando con graciosos comentarios. Nosotros manejaremos a un solo hombre con la cruceta mientras que al resto les podremos asignar órdenes en la pantalla táctil, como pararse, seguirnos y atacar al primer enemigo que vean.

El juego nos cuenta la historia de un pelotón de 4 hombres cuyo helicóptero donde viajaban cae en plena Selva en el río Nung, graciosas viñetas dibujadas a mano recrean la historia y nos van poniendo en situación para cada uno de los niveles. Es de agradecer que cada fragmento de historia no sea largo ni enrevesado, porque no interrumpe la acción; la historia nos presenta a los 4 personajes principales y rápidamente nos pone a los mandos del juego.

En los primeros niveles tendremos que ir rescatando a cada uno de los compañeros del pelotón para ir familiarizándonos con sus habilidades poco a poco, en poco tiempo seremos capaces de gestionar la simple interfaz para manejar los personajes e ir rápidamente a lo que interesa, jugar y pegar tiros, muchos tiros. En este punto cada jugador desarrollará la estrategia que más le apetezca, por ejemplo, si avanzamos con Hopper que va equipado con un bazooka tendremos un poder de destrucción mayor, pero una cadencia de tiro muy baja que nos dejará en pañales frente al enemigo. También podremos usar un hombre como conejillo de indias para tender emboscadas al enemigo o avanzar sigilosamente con el francotirador, realmente la diferencia entre el francotirador y otro hombre radica en que el punto de visión es más lejano y de un tiro es capaz de matar a un hombre. El punto de visión es un cursor cuya distancia varia para cada soldado, y que si se encuentra suficientemente cerca de un blanco enemigo se moverá automáticamente sobre este, permitiéndonos dispararle sin apuntarle directamente. Recordemos que con la cruceta solo podemos apuntar en 8 posibles direcciones, siendo muy valiosa este tipo de ayuda.

Los gráficos cumplen su cometido, es una visión tridimensional con una perspectiva de altura tal vez un poco acusada, pero gracias a la cual nos daremos cuenta de que el decorado es en 3D(la ligera sensación de que algunos objetos como puertas que se levantan están flotando tampoco es molesta ni atañe a la jugabilidad), los mapas tienen zonas más profundas, pero en ningún momento pasaremos por debajo o encima de los caminos por los que se puede andar; los personajes también son en 3D, aunque con el tamaño tan pequeño que tienen apenas llegaremos a apreciarlo.

El sonido ambiental es muy completo, acompañando al juego plenamente, oiremos a nuestros hombres hablándonos al recibir órdenes, al ser heridos y todos los sonidos ambiente del decorado, como enemigos, animales del entorno y vehículos. Todo esto sin doblar, aunque no es nada relevante lo que dicen. Por cierto, los animales y los civiles pueden sucumbir ante nuestras balas, así que cuidado con el gatillo.

La travesía desde el rio Nung a la ciudad de Hue da juego para diez misiones, en las que podremos desde rescatar rehenes, encontrar objetos perdidos, conseguir documentos, localizar zonas para ser bombardeadas, evitar zonas minadas, superar emboscadas, y sobre todo acabar con todos los enemigos que se crucen por nuestro camino, jefes de fin de nivel incluidos.

Los jefes de fin de nivel son de lo más clásico para este tipo de juegos, tendremos que memorizar sus movimientos para atacar en el momento adecuado. Y en más de una ocasión podremos elegir con qué hombre atacarle, ya que sólo podremos enfrentarnos con un solo hombre. Durante las diez misiones tendremos que ir recogiendo medallas de hombres caídos en combate, y matar al máximo número de enemigos posibles, en base a estos datos conseguiremos hasta 3 estrellas de mérito en cada nivel. Si hacemos 3 estrellas en un nivel desbloquearemos un nivel oculto extra. Los niveles ocultos son fases que no tienen nada que ver con la historia principal, en las que se nos mandan misiones concretas, como recoger objetos o liberar prisioneros.

Una vez terminada la historia principal desbloquearemos un apartado del menú con trucos, en los que podremos activar distintos trucos, como granadas infinitas enemigos con el doble de vida y un modo de campaña difícil. El juego nos permitirá jugar de nuevo el nivel que queramos para intentar conseguir más estrellas y así ir desbloqueando más niveles, con lo que el tiempo de vida de juego se alarga un poco, aunque tampoco demasiado, por algún sitio había que pagar que el juego sea más barato.

El título nos recordará a nuestros antiguos juegos de guerra con movimientos simples, dirección, disparo y granada. Con la inclusión de cuatro jugadores diferentes aumentan las posibilidades del juego. El nivel de dificultad es aceptable, aunque crece de golpe en los últimos niveles, lo que da lugar a pensar que hubo una mala planificación. La adicción se pierde una vez que terminemos los niveles principales.

El interfaz de gestión de personajes es muy intuitivo, pero la escasa inteligencia artificial de nuestros hombres los convierte en blancos demasiado fáciles. En cualquier caso el juego acaba siendo un juego de disparos bastante divertido a pesar de que se podría haber sacado más partido de las características de la consola.

Por enésima vez nos encontramos un juego basado en la guerra de Vietnam, aunque en forma de arcade de disparos, cosa no demasiado común en Nintendo DS. Recuerda a los clásicos del género, más de un juego de este tipo vienen a la cabeza cuando empiezas a controlar a los 4 personajes y descubres que la dificultad del juego no va mucho más allá de ver a qué personaje elegir y matar a todo lo que se mueva. Destinado a caer en el olvido.

La técnica no es un punto fuerte en este juego, las introducciones son demasiado simples, el motor 3D es funcional y genera coloridos decorados. El sonido cumple su cometido, dando un buen ambiente, eso si, las voces de los personajes no están dobladas. La IA es bastante escasa, lo cual es una lástima ya que habría dado bastante juego un planteamiento algo más estratégico (gracias a poder manejar 4 soldados). El juego carece de modo multijugador o wi-fi y este podría haber sido un acierto en este juego.