Historia de Wild Hearts

De forma similar a juegos como Monster Hunter, en Wild Hearts no vamos a encontrar una historia compleja con un desarrollo excesivamente elaborado. Ambos juegos cumplen con la premisa de estar en una zona que sufra ataque de grandes criaturas de la que hay que protegerse, y con la que a medida que vamos cazando vamos averiguando más de ellas y del motivo de estos ataques. En el caso de Wild Hearts, toda la acción tiene lugar en Azuma, un paisaje de fantasía inspirado en el Japón feudal, y que ahora es arrasado por una serie de enormes criaturas conocidas como los Kemono, y que ahora se han vuelto agresivas cuando anteriormente eran pacíficas y han acabado alterando su entorno a costa de la vida de los ciudadanos. Esto fue a causa de un terrible cataclismo que aún a día de hoy sigue afectando la tierra de Asuka y a todos sus habitantes, incluyendo una pequeña aldea conocida como Minato, en la que los jugadores comenzarán sus aventuras.



Los Kemono van desde ardillas con infusión de plantas hasta el enorme jabalí Kingtusk. Después de una terrible pelea con el lobo invernal Deathstalker, los jugadores se convierten en portadores de una tecnología que sustenta la vida y se ven obligados a restablecer el equilibrio en toda la región. Al enfrentarnos a estos Kemono y vencerlos, estos liberarán su hebra celestial, que sirven para mejorar tanto equipamiento de los cazadores como para otras construcciones en la propia ciudad de Minato.