En medio de un torbellino de
rumores y desmentidos que han circulado en los últimos meses, finalmente se han presentado las
nuevas consolas portátiles de Microsoft, ROG Xbox Ally X y ROG Xbox Ally. Este artículo se centra en ofrecer un análisis
informativo y
detallado de estas dos propuestas, cuya llegada se produce en un momento clave para el sector. Se repasarán brevemente los datos más relevantes, que incluyen las últimas especificaciones técnicas, el rendimiento en juegos, la conectividad, y la integración con el ecosistema
Xbox y Game Pass, elementos que determinarán su futuro en el competitivo mercado de las consolas. El propósito de este análisis es desmenuzar en profundidad las
características técnicas y el
comportamiento en el juego de las nuevas consolas, contrastándolas con dispositivos de referencia como
Xbox Series S/X,
PS5/PS5 Pro y la recién llegada al mercado
Switch 2. Asimismo, se evaluará la conectividad y el rendimiento general para establecer una comparación equilibrada que facilite al lector comprender la diferencia real entre estas propuestas y sus competidores.
Finalmente, en este artículo no solo nos vamos a limitar a exponer datos y especificaciones, sino que también abordamos el impacto potencial en el mercado, teniendo en cuenta el elevado
precio y el perfil específico de los usuarios que suelen invertir en este tipo de productos. En la última sección, vamos a presentar una
opinión general sobre estos nuevos hardware basada en el mercado, en nuestra dilatada experiencia en análisis del mismo, y sobre todo, en el rendimiento que hardware similares están teniendo actualmente y en el futuro cercano que está por llegar al mercado de los videojuegos.
Las portátiles de Microsoft: Xbox Ally y Xbox Ally X
Especificaciones Técnicas y Comparativa
En este segmento ofrecemos un análisis meticuloso de las cifras y tecnologías que están marcando la nueva era del gaming. Nuestra tabla comparativa, elaborada a partir de datos oficiales y estimaciones contrastadas con fuentes de referencia en España, sitúa cada plataforma en su contexto de mercado, abarcando desde consolas de sobremesa hasta dispositivos portátiles de alta gama.
Antes de sumergirnos en el análisis detallado de cada dispositivo, es importante destacar cómo las nuevas portátiles
Xbox Ally y
Xbox Ally X se posicionan en el competitivo escenario del gaming. Estas consolas, orientadas al segmento de alta gama en movilidad, presentan un rendimiento estimado que compite tanto con las consoladoras de sobremesa, como la
Xbox Series X y la
PS5 Pro, como con opciones híbridas del mercado, por ejemplo, la
Nintendo Switch 2. Además, se han empleado como referencia las soluciones de Asus, en particular el
Asus ROG Ally, para fundamentar las estimaciones en cuanto a potencia y rendimiento gráfico. Este resumen comparativo nos permite apreciar de forma inmediata las diferencias en diseño, capacidad y coste entre las principales propuestas del sector, ofreciendo al lector un panorama previo antes de explorar la tabla completa de datos técnicos. Nadie niega que la potencia de estas dos nuevas consolas va a estar a la altura de Xbox Series X (sin llegar a la misma), pero sí que surgen dudas sobre el tipo de público al que van dirigidas, teniendo en cuenta el enorme rechazo que sufrió Switch 2 con su precio (y es la mitad), o las críticas que también sufrió PS5 Pro quedando a la par en precio de estas. También plantea dudas sobre el precio que podrían tener las nuevas consolas, PS6 y la nueva Xbox, cuando lleguen probablemente entre finales de 2026 y finales de 2027.
Veamos las características de todas ellas.
Nombre | Potencia (TFLOPs) | Memoria | Almacenamiento | Procesador Principal | Procesador Gráfico | Pantalla / Salida | Precio |
---|
Xbox Series S | 4 TFLOPs | 10 GB GDDR6 | 512 GB SSD | 8-core custom Zen 2 | AMD RDNA 2 (4 TFLOPs) | Salida HDMI 2.1 (hasta 1440p) | 299 € (oficial) |
Xbox Series X | 12 TFLOPs | 16 GB GDDR6 | 1 TB NVMe SSD | 8-core custom Zen 2 | AMD RDNA 2 (12 TFLOPs) | Salida HDMI 2.1 (4K) | 499 € (oficial) |
PS5 | 10,3 TFLOPs | 16 GB GDDR6 | 825 GB SSD | 8-core AMD Zen 2 | Custom AMD RDNA 2 (10,3 TFLOPs) | Salida HDMI 2.1 (4K) | 499 € (oficial) |
PS5 Pro | 16,7 TFLOPs | 16 GB GDDR6 + 2 GB DDR5 | 2 TB SSD personalizado | 8-core AMD Zen 2 | Custom AMD Radeon RDNA 2 (16,7 TFLOPs) | Salida HDMI 2.1 (4K/8K compat) | 799,99 € (oficial) |
Nintendo Switch 2 | 1,7 TFLOPs (est.) | 8 GB LPDDR5 | 64 GB interno, ampliable | Custom ARM/Nvidia (est.) | Nvidia GPU (1,7 TFLOPs) | 7,9" OLED/LCD (1080p) | 469,99 € (oficial) |
Steam Deck | 1,5 TFLOPs (est.) | 16 GB LPDDR5 | 64/256/512 GB NVMe SSD | AMD Zen 2 (4 cores/8 threads) | AMD RDNA 2 (est.) | 7" LCD (1280x800) | 399 € (est.) |
Asus ROG Ally | 8,6 TFLOPs (est.) | 16 GB LPDDR5 | 512 GB NVMe SSD | AMD Ryzen Z1 Extreme | AMD Radeon RDNA 3 (est.) | 7" touchscreen FHD IPS, 120 Hz | 799 € (oficial) |
MSI Claw A1M | 2 TFLOPs (est.) | 16 GB LPDDR5 | 512 GB SSD | Intel Core Ultra (est.) | Intel Xe Graphics (est.) | 7" IPS | 699 € (est.) |
Lenovo Legion Go | 2,2 TFLOPs (est.) | 16 GB LPDDR5 | 512 GB SSD | AMD Ryzen (est.) | Integrada AMD RDNA (est.) | 8" IPS Touchscreen | 749 € (est.) |
Xbox Ally | 8,6 TFLOPs (est.) | 16 GB LPDDR5X | 512 GB NVMe SSD | AMD Ryzen Z2 A (est.) | Custom AMD Radeon (est.) | 7" touchscreen FHD IPS, 120 Hz, 1080p | 899 € (est.) |
Xbox Ally X | 10 TFLOPs (est.) | 24 GB LPDDR5X | 1 TB NVMe SSD | AMD Ryzen AI Z2 Extreme (est.) | Custom AMD Radeon (est.) | 7" touchscreen FHD IPS, 120 Hz, 1080p | 1.099 € (est.) |
El contraste entre estas plataformas ilustra un panorama diverso: mientras que las consolas de sobremesa se orientan a ofrecer un rendimiento robusto y una experiencia visual de alta fidelidad para el juego en casa, las propuestas portátiles buscan conjugar la potencia necesaria para un rendimiento óptimo con la comodidad de la movilidad, aun si ello implica un coste elevado.
Más allá de las cifras, el verdadero valor reside en la experiencia integral del usuario, que se sustenta en la calidad del catálogo, la integración de servicios de suscripción y la capacidad de adaptación a las demandas del mercado. La sinergia entre hardware de alto nivel y una oferta de contenidos única es la clave para consolidar una propuesta que no solo impresione en papel, sino que transforme la manera en que el gamer vive el entretenimiento digital.
Rendimiento y conectividad en los juegos
Más allá de las cifras y especificaciones técnicas, resulta imprescindible analizar el desempeño en el entorno real, donde la interacción entre hardware y software se hace palpable. Las consolas de sobremesa, como la
Xbox Series X y la
PS5 Pro, han demostrado ofrecer experiencias de juego altamente inmersivas en resoluciones 4K y hasta 8K, mientras que la
PS5 y la
Xbox Series S se posicionan como opciones de alto rendimiento en sus propios segmentos. En este análisis resulta especialmente interesante comparar estas propuestas con las emergentes portátiles,
Xbox Ally y
Xbox Ally X, que, a pesar de contar con un rendimiento estimado elevado, deberán optimizar aspectos como la gestión térmica y la eficiencia en el consumo para ofrecer una experiencia sin compromisos, tanto en modo movilidad como en sesiones extendidas de juego.

En cuanto a conectividad, cada plataforma incorpora tecnologías que aseguran desde una latencia mínima hasta una alta estabilidad en redes de internet, crucial para partidas en línea y streaming. La presencia de salidas HDMI 2.1 en las consolas de sobremesa garantiza una transmisión visual de alta fidelidad, mientras que en dispositivos portátiles se apuesta por pantallas táctiles de alta tasa de refresco (120 Hz en la mayoría de los casos), lo que se traduce en transiciones visuales más suaves y una experiencia táctil superior. Esta sinergia de rendimiento gráfico y conectividad robusta constituye un elemento diferenciador en un mercado en el que, más allá de los TFLOPs, el verdadero valor reside en cómo se plasma todo en una experiencia de juego integrada y continua.
Por tanto, no se duda ni por un segundo que el rendimiento va a ser más que óptimo para el 100% del catálogo actual de Xbox Series, ni tampoco para el 100% de los actuales juegos de PC, debido a que su resolución máxima de salida son los 1080p. Hay que tener en cuenta que uno de los grandes problemas que tienen las consolas actuales está en poner en pantalla una resolución nativa a 4K (casi 4 veces más potencia necesaria), consiguiéndolo con fluidez solamente con resoluciones inferiores escaladas. Sin este problema, y teniendo las compañías que hacen los juegos en mente sus requisitos para los que hay que hacer también los típicos "presets" de configuración (al igual que el nivel de detalle medio, alto o ultra en los juegos de PC, pues otro que diga Ally y Ally X). Una ventaja que pocos jugadores aprovecharán es la de poder jugar en consola, PC y estas nuevas consolas, ya que aunque venden esta posibilidad, parece complicado que haya gente que quiera comprarse un PC de más de dos mil euros, para luego gastarse otros mil en una portátil para seguir jugando, especialmente pudiendo gastarse esos mil más en una gráfica más potente (que suele ser el público que piensa en comprarse un PC, obsesionado con tener el mejor rendimiento gráfico).

Integración con el ecosistema Xbox y Game Pass
En la actualidad, la sinergia entre hardware y servicios representa un pilar fundamental para ofrecer una experiencia de juego cohesiva y versátil. El ecosistema Xbox se consolida gracias a su integración con el Xbox Game Pass, que permite a los usuarios disfrutar de un amplio catálogo de títulos de primer nivel, abarcando desde juegos exclusivos de consola hasta lanzamientos de PC. Además, el juego en la nube se suma a estas ventajas, facilitando el acceso a contenidos sin necesidad de descargas locales y permitiendo jugar en distintos dispositivos, sin importar la ubicación.
La plataforma está diseñada para ser todo un centro de entretenimiento: los usuarios pueden instalar y disfrutar de juegos de la generación actual (Xbox Series X y S), así como títulos optimizados para PC, lo que amplía el abanico de opciones disponibles. Esta integración integral potencia una experiencia en la que los servicios digitales no sólo aseguran un acceso inmediato a nuevos lanzamientos, sino que también facilitan la transición fluida entre distintas modalidades de juego, ya sea en formato físico, digital o a través del streaming. No olvidemos además que una de las grandes bazas para aquellos "
geeks" que quieren tenerlo todo es poder pasar sus partidas entre todos estos sistemas, por lo que si tienes más de una consola o PC, incluyendo este nuevo sistema, puedes seguir disfrutando de tu partida por el punto en el que la guardaste, a pesar de que esta opción no parece excesivamente plausible para el gran público.
Opinión: Ni era el momento, ni el lugar, ni el precio
Una opinión de José María Martínez:
Tras analizar detenidamente las propuestas de las principales marcas, hemos observado que la experiencia de juego en las consolas de sobremesa sigue siendo insuperable en términos de estabilidad, fidelidad gráfica y rendimiento, especialmente en títulos AAA. No obstante, la incursión en el ámbito portátil, representada por la Xbox Ally y la Xbox Ally X, abre una nueva dimensión para aquellos que desean llevar consigo la potencia de una consola sin renunciar a la movilidad. En nuestra valoración, resulta fascinante cómo estos dispositivos logran, a pesar de su mayor precio, acercar al usuario una experiencia comparable a la de una consola fija, siempre que se cuente con una conectividad robusta. Esta sinergia entre hardware avanzado y un ecosistema de servicios, como el Game Pass y el juego en la nube, demuestra que el futuro del gaming se orienta hacia una integración total de dispositivos y contenidos, aunque ello implique un desembolso que, en nuestra experiencia, limitará la adopción a un nicho selecto de gamers muy comprometidos.

Sin dejar de lado esta base, me parece personalmente
un movimiento un tanto torpe por parte de Microsoft, que ha optado por continuar con su plan de realizar una "
huída hacia adelante" como se le suele denominar al planteamiento de que "no sé qué hacer, así que sigo haciendo lo mismo". Es un movimiento torpe porque hay muchos indicios que apuntan al lanzamiento de una nueva generación de consolas en 2026, al menos por parte de Microsoft, que está viendo que su actual Xbox Series no está vendiendo tan bien como PS5, y que sus juegos resultan ser causantes de grandes pérdidas solo solventadas por los ingresos que estos están obteniendo gracias a Sony y sus lanzamientos en PS5. Imaginaos que esta consola portátil se lanza a la par que la nueva consola Xbox Next (como se llame) en lugar del modelo S, como la actual Xbox Series S, sustituyendo el modelo barato que no está vendiendo por un modelo portátil con el que se puede jugar a los juegos de ultimísima generación. Si se lanza dentro de un año, en 2026, o incluso mejor, en 2027, el rendimiento debería haber sido similar pero su coste muy inferior, llegando al rango de los 500 € que competiría directamente con Switch 2, eso sí, con una mayor calidad técnica y un catálogo también enorme gracias a la retrocompatibilidad de Xbox con todas sus consolas anteriores, además de Game Pass y el juego en la nube. Saldría uno o dos años más tarde, pero en un mercado ya estable y sin el lanzamiento de Switch 2 de por medio, que está resultando un éxito de ventas y records de ser la consola que más rápidamente ha vendido, cosa que también se mantendrá en las navidades de 2025, cuando Xbox Ally saldrá al mercado, tapando por completo el posible éxito de esta.

Ya no solamente es un movimiento torpe por eso. Hace unos meses Sony lanzaba su PS5 Pro a 799,99 €, y las críticas fueron demoledoras por ser excesivamente cara (lógico por otro lado).
Las ventas de Asus ROG Ally y Asus ROG Ally X actuales son increíblemente bajas, a tenor de que ninguno de sus responsables han dicho absolutamente nada de las mismas, y su precio se ha desplomado desde su lanzamiento. Un precio excesivamente alto, un público que quiere una consola barata para piratearla y jugar a emulación, o un público que quiere tener el mejor rendimiento posible (y para ello están los PCs de alta gama) son los posibles interesados en estas consolas, y a ninguno ha conseguido atraer. Ahora encima sale una consola (dos de hecho) más caras a priori, con mayor rendimiento pero orientadas al público del ecosistema Xbox, y que a día de hoy se encuentra abandonando el barco por no ver un apoyo real a sus consolas, público que se está comprando un PC de alta gama o incluso una PS5 o una Switch por tener mejor catálogo, mayor rendimiento, y/o más apoyo y mejor precio... La pregunta que cabe hacerse es: ¿Qué público puede sentirse interesado en la portátil de Xbox? Realmente muy minoritario.

2025 está siendo, sin duda, el mejor año para los usuarios de Xbox y de Game Pass desde su lanzamiento. Grandes juegos desde el primer día, Call of Duty, títulos como DOOM, Avowed, South of Midnight, Oblivion Remake, y tantos otros que aún están por salir este año y el que viene... Microsoft debería haber establecido mejor las bases para atraer a ese público que se le ha estado yendo durante los últimos meses, apoyar aún más su catálogo de juegos exclusivos, y de paso apoyar también el lanzamiento de juegos en Switch y Switch 2, que a buen seguro también les propiciará grandes beneficios. En lugar de eso lanzan una consola portátil que, inicialmente, no parece que tenga un público definido por ser demasiado cara y no atraer al gran público, que es el que se compra las consolas.