Seguimos con nuestra sección , y hoy nos toca evaluar unas declaraciones bastante polémicas de Tony Tamasi, vicepresidente de contenido y desarrollo de Nvidia.

Si bien hasta ahora sólo habíamos escuchado cosas positivas de la nueva Playstation 4, Nvidia ha abierto la veda de los ataques hacia la nueva consola de Sony, con declaraciones tan duras como esta: "En comparación con los PCs para jugar, las especificaciones de PS4 son de una CPU de gama baja y una GPU de rango medio-bajo. Si PS4 sale en diciembre, como Sony ha indicado, solamente ofrecerá la mitad de rendimiento de una GPU GTX680 que se lanzó en marzo de 2012, prácticamente año y medio antes".

El ataque comparativo continuaba con Otra desventaja es que los PCs son abiertos y pueden actualizarse en cada momento para aprovechar la potencia de las GPU más recientes, aumentando así el rendimiento y sacando provecho de la nueva tecnología y gráficos modernos... Las consolas de próxima generación, si bien son más potentes que las actuales, se quedarán rápidamente bastante por detrás del PC...

¿Es tan negra la situación como la quiere pintar el mayor fabricante de tarjetas gráficas del mundo? Bueno, antes hay que estudiar dos puntos:

1. Nvidia no llegó a un acuerdo monetario con Sony para crear la tarjeta gráfica de la consola, y salieron muy ofendidos de la oferta que les propuso la compañía nipona. Obviamente no se trataba de una cuestión tecnológica, si no de una decisión de coste... Y ahora mismo, con AMD a cargo de hardware de la consola, no importa echarle ahora tierra al proyecto.

2. El modelo de hardware cerrado de las consolas, y vidas útiles de 7-8 años (como Xbox 360) no interesan tanto a una compañías fabricante de tarjetas como pedirnos que actualicemos nuestro PC cada 2-3 años para estar "a la altura del mercado".

Entonces... ¿Es cierto? Pues como las buenas mentiras, hay una parte de verdad. A nivel técnico hace años que PS3 y Xbox 360 se han quedado un paso por detrás de lo que puede dar un PC de última generación, y no hay más que ver cómo las compañías nos están vendiendo sus desarrollos en vídeos de la versión PC; juegos como Battlefield 3, Far Cry 3, Tomb Raider o el nuevo Watch Dogs son claramente superiores en versión pecera, y esos son los trailers que vemos, aunque posteriormente el trabajo adaptando el juego a consolas es muy bueno y las diferencias pueden ser bastante pequeñas. ¿Por qué? Pues porque un sistema cerrado también tiene sus ventajas, y es que resulta mucho más fácil optimizar el código y sacarle partido; no hay más que estudiar la lista de juegos que os hemos dado antes para ver que en un PC similar a Xbox 360, la mayoría simplemente no funcionaría.

Otro aspecto que se obvia en las declaraciones de Nvida es la de los juegos creados especialmente para una máquina, juegos desarrollados para exprimir el hardware concreto de las consolas; hablamos de títulos de primera fila como Uncharted 3 o Gears of War 3, que se quedan directamente fuera de la oferta de títulos para PC, y que si funcionaran en nuestros compatibles, basándonos en adaptaciones como la del primer Gears, necesitarían muuuuuuuuucha máquina.

De esta forma, no tenemos que tener ningún miedo de que PS4 (ni la sucesora de Xbox 360) se queden cortas de potencia antes de la cuenta. Sus primeros años de vida y poderío gráfico están garantizados, y si sus ventas están a la altura, el mercado se adaptará a ellas, las desarrolladoras se centrarán en las virtudes (y defectos) de sus características y veremos los grandes lanzamientos del año perfectamente adaptados, porque al fin y al cabo el mercado del videojuego no es tan grande como para dividir a los jugadores en grandes superproducciones (como muestran lanzamientos al estilo de Crysis). Otro cantar es el destino de Wii U, una apuesta más arriesgada y polémica, que sí que irá en paralelo a las de las grandes producciones técnicas de la generación.

Con títulos con millones de unidades vendidas a sus espaldas - valgan Angry Birds ó Infinity Blade como estandartes - hay que ser muy corto de vista para intentar ignorar el creciente mercado de los videojuegos en los móviles, un mercado que está llamado a competir de tú a tú con las consolas tradicionales, especialmente con las portátiles.

Conscientes de la situación, las compañías niponas se han puesto a trabajar para que proyectos como Nintendo 3DS y la sucesora de PSP sigan manteniendo una posición fuerte y destacada en el mercado, y no se vean desplazadas por estos juegos, cada día más accesibles y de menor coste. ¿Pero cómo?

- Nintendo ha intentado repetir el planteamiento de DS y Wii, y buscar el océano azul, un mercado nuevo, abierto y menos saturado: el 3D sin gafas. Es cierto que esta ocasión lo tiene más difícil que con sus anteriores consolas, por varios motivos: la innovación es mucho más visual que jugable (y en la jugabilidad está el punto fuerte de Nintendo) y es un campo todavía en desarrollo (y el efecto no es perfecto). Se mantienen sus señas de identidad - doble pantalla e interfaz táctil - aunque añadiendo mejoras como un analógico y más opciones de conectividad, y se han optado por unas características técnicas justitas, a la altura de lo que hoy puede ofrecer PSP (y pronto cualquier móvil de gama alta).

¿Una nueva forma de ver los juegos?

- Por su parte, Sony ha apostado por la potencia bruta y ha creado una máquina que bien podría hacer funcionar juegos de PS3 (y la demo técnica de Metal Gear 4 es la prueba). Las especificaciones son apabullantes - procesador multinúcleo, trajeta gráfica SGX543MP4+, pantalla multitáctil OLED de más de 5 pulgadas, conectividad 3G... - e incluso hay una tímida apuesta por la innovación con la segunda interfaz táctil (trasera). La idea es crear una máquina que deje claramente atrás todos los títulos que podamos ver funcionando en un móvil, y que lleve a la palma de nuestras manos grandes superproducciones del mundo del videojuego.

Ambas ideas son muy interesantes, y dejan claro el interés de ambas compañías por diferenciarse... Aunque ambas pueden encontrarse con graves problemas dentro de relativamente poco tiempo. Ya existen prototipos de móviles con 3D estereoscópicas, así que ¿qué pasa si en unos años se ha impuesto el 3D sin gafas y desaparece el mayor reclamo de 3DS ? Si es así, Nintendo tendrá que confiar ciegamente en su software y trabajar buscando novedosas formas de jugar, porque de lo contrario 3DS será la portátil con menos recorrido de la marca. Más probable parece que a los 2-3 años PSP2 quede en evidencia técnica ante la nueva generación de móviles, ya que sus futuristas especificaciones no son impensables en móviles normales a medio plazo; así, Sony tendría que jugar bien sus cartas para conseguir un catálogo firme de títulos exclusivos, producciones que se diferencien claramente de lo que podamos descargar en el Iphone 5-6 si quiere garantizar el éxito de su sistema.

Así, parace lógico concluir que ambas consolas tienen y tendrán que trabajar para tener un catálogo firme y espectacular de juegos diseñados específicamente para aprovechar sus características únicas. 3DS no debe conformarse con ports apresurados en los que el efecto 3D sea el reclamo de los primeros minutos de juego, tiene que conseguir incorporar esa sensación en la mecánica de los juegos para que la encontremos cada vez más necesaria. Por su parte, la sucesora de PSP no debe conformarse con ports mejorados técnicamente ni copiar al dedillo el catálogo de PS3 (la estrategia ya les falló con su primera portátil), tiene que centrarse en crear experiencias de juego únicas para su portátil, como ya ha está haciendo con PSP.

Drake llevará sus increíbles aventuras a la palma de nuestra mano. Eso sí, no le bastará con un remake para sorprendernos...

Por último, la gestión de su software también diferencia a las 2 compañías, y es un punto más sobre el que reflexionar

- Nintendo sabe que la mayor parte de su éxito está en sus propuestas jugables, así que sigue cuidando al máximo sus títulos, juegos que no quiere comercializar en ninguna otra plataforma. Es lógico que la compañía mantenga a sus estrellas en casa, pero que limite completamente sus franquicias a sus consolas puede ser un arma de doble filo; ahora mismo está perdiendo dinero ante emuladores para android que permiten jugar a sus clásicos, y quizá no sería mala idea ofrecer estas franquicias oficialmente a nuevos jugadores para que las conozcan a través de su móvil, las disfruten y luego vayan a seguir jugándolas a sus consolas.

- Sony, tras su alianza con Ericsson ha metido mano en el mercado móvil con el Xperia Play, un móvil certificado por la compañía para jugar, y que recibirá tanto nuevas producciones como títulos clásicos de la marca. Aunque puede que ande justo de potencia y que su catálogo no esté bien definido (quizá lo lógico hubiera sido hacerlo algo más potente y abrirle la store de PSP) el experimento está resultando un auténtico éxito en todos los mercados, al menos en su lanzamiento. Veremos con qué juegos mantienen la compañía este proyecto, que puede resultar una inesperada alianza entre ambos mercados (impensable hace unos meses tras el sonoro fracaso de NGage).

Sea como sea, estamos deseando ver cómo evolucionan 3DS y el proyecto NGP; y es que, cuando hay competencia entre marcas, los auténticos beneficiados somos los usuarios.