Análisis Fire Emblem: Three Houses - Conviértete en un profesor de estrategia

Terminar Fire Emblem: Three Houses nos llevará más de 40 horas en nuestra primera partida, centrándonos exclusivamente en superar los capítulos y retos principales, y automatizando al máximo la evolución de los personajes (es decir, yendo 'a saco'). Si nos metemos mínimamente en la historia, nuestra labor de docente y en rascar las sidequest y misiones secundarias, esa duración se habrá duplicado antes de darnos cuenta... y si somos completistas, y queremos fichar a los mejores guerreros de la academia y exprimir al máximo su potencial, es fácil que la aventura se dispare por encima de las 120 horas de juego. Por supuesto, es difícil que en nuestra primera partida consigamos las mejores evoluciones y exprimir al máximo el potencial de los héroes, lo que hace mucho más suculenta la idea de una segunda vuelta.

Por si fuera poco, la duración base es sobre las elecciones de nuestra primera partida, es decir, según la casa de la que decidamos ser profesor, lo que permite 2 partidas adicionales con el otro equipo (y distintas decisiones principales), e incluso un cuarto camino adicional... Esto dispara enormemente la duración del título, que además contará con DLC adicionales.

A nivel jugable, Fire Emblem: Three Houses apuesta por la estrategia de cuadrícula por turnos típica de la saga, pero enriquecida con algunas novedades. Además de las distancias de golpeo, los contra-ataques y el triángulo de las armas (en esta entrega, un poco en segundo plano) en esta ocasión contamos con batallones que acompañan a nuestros héroes, y que bien capitaneados pueden darnos una gran ventaja en batalla. De la misma forma se añaden potentes golpes especiales, aunque no todos los personajes están preparados para usarlos...

Así, en paralelo a la estrategia en el campo de batalla tenemos que desarrollarla también en una escuela de magos y guerreros, ayudando a que nuestros alumnos - y compañeros en las escaramuzas - le saquen el máximo partido a sus habilidades. Investigar cuáles son sus puntos fuertes, cómo compensar sus debilidades o probar cambios en sus evoluciones serán también tarea nuestra, y nos llevará gran parte de la duración del juego (salvo que decidamos automatizarlo, lo que nos deja entonces con un Fire Emblem mucho más clásico y menos sorprendente). Nos ha gustado la incorporación de este cambio y las opciones de gestión, pero es cierto que en las primeras horas se abruma un poco al jugador y la estrategia divertida tarda en arrancar.

Con Fire Emblem: Three Houses, Intelligent System ha intentado reinventar la saga, multiplicando los elementos de simulación y relaciones entre héroes con una escuela que sería el equivalente de Hogwarts de los mercenarios y luchadores. Nuestra labor como profesor en esta peculiar institución - y las relaciones entre los personajes - es una de las claves que hacen única a esta aventura, dándonos mucho más control a la hora de interactuar con los personajes, vivir la historia y ayudarlos a crecer, como luchadores y personalmente. Sin duda es el punto fuerte de la aventura, y curiosamente también puede ser un escollo para los fans más acérrimos de la saga, ya que ralentiza mucho las primeras horas de juego para los que simplemente quieren disfrutar de las batallas tácticas. Afortunadamente a las pocas horas podemos automatizar tareas, y ya vivir la aventura como queramos.

Son innegables las influencias del clásico de Super Nintendo Fire Emblem: Genealogía de la Guerra Santa, especialmente en cuanto al salto temporal y en los antiguos amigos convertidos en rivales en la segunda mitad del juego. A nivel jugable también hay novedades, aunque son más sutiles. Más opciones para evolucionar a los personajes, la idea de que nos acompañen batallones de personajes (que no solo ambienta mucho mejor los combates, también nos da acceso a nuevos ataques y estrategias) o un mayor control para la gestión de nuestro equipo son novedades interesantes y valoradas, al igual que tener un buen montón de misiones secundarias y minijuegos (pesca, jardinería...) para darle variedad al desarrollo.

A nivel visual, Fire Emblem: Three Houses supone un salto cualitativo con respecto a otras entregas, y tiene sin duda el mejor apartado gráfico de toda la saga. Pero claro, es fácil si pensamos que venimos de 3DS y Wii. Hay que reconocer el esfuerzo de los grafistas, añadiendo tropas para luchar al lado de nuestros luchadores principales (lo que aumenta la inmersión y la sensación de estar en batalla), tener una base totalmente creada en 3D, o con las impresionantes secuencias cinemáticas, siendo el apartado artístico uno de los mejor logrados del juego... eso sí, hay que reconocer que los modelados y animaciones de los personajes podrían mejorarse, y están lejos del TOP 10 de lo visto en Switch.

La banda sonora sí que no tiene fisuras. Las composiciones de Rei Kondoh y Masato Kouda ambientan a la perfección tanto las escenas de batalla como las horas recorriendo los muros de nuestra escuela, sin caer nunca en momentos aburridos o monótonos. Lo que sí nos hubiera gustado que se cuidase un poco más es la inclusión del doblaje japonés (de auténtico lujo), ya que en la versión PAL nos hemos tenido que conformar solo con el inglés y los textos en castellano.