Muchos de vosotros quizás hayáis comprado o vendido alguna vez algún título que ya no os interesa, hayáis exprimido al máximo o que no os haya convencido. Tenéis que saber que para Andrew Oliver, cofundador de Blitz Games Studios, sois peor que un pirata. El problema es que no es un loco gritando desde su mesa (aunque lo pareza), su voz representa las de muchas compañías que ven un auténtico problema en el mercado de segunda mano, porque reduce sus beneficios directos.

Como aficionado a comprar en este mercado - muy rentable para las tiendas - no puedo estar más en desacuerdo con las declaraciones. Además de no estar realizando ninguna práctica ilegal el mercado de segunda mano me parece un segundo motor para la industria; los usuarios pueden revender los juegos que han comprado para conseguir más ingresos y comprarse otros juegos, aumentando su número de adquisiciones. Y eso sin contar que el beneficio de las tiendas también les puede servir para vender bajo margen (o al máximo ajuste) títulos a precios mucho más bajos, y que haya más ventas.


Curiosamente, uno de los mercados en el que peor funciona la segunda mano es DS, por su alto índice de piratería.

Otro punto muy a tener en cuenta es la calidad de los juegos, y sus posibilidades. Los que busquéis títulos de segunda os habréis dado cuenta que hay un porcentaje importante de juegos muy difíciles de ver, y que curiosamente coincide con los títulos realmente buenos, los que tienen la fama de imprescindibles entre los jugadores, los rejugables, los que tienen un online sólido... Títulos como Bayonetta ó Call of Duty.
Sin embargo, en lugar de centrarse en hacer los juegos largos, completos y realmente adictivos, las desarrolladoras se preocupan cada vez más de cómo impedir que el usuario se desprenda del juego o de cómo hacerlo menos interesante de segunda mano.

- El lado más luminoso es el contenido descargable (más luminoso mientras más justificado esté su aparición). La idea es tener al jugador enganchado a un título durante varios meses - preferiblemente desde su lanzamiento - con actualizaciones constantes de contenido: nuevos niveles, personajes, modos, desafíos... Sean o no de pago (y no vamos a entrar en la polémica en este artículo en concreto, ya le tocará su repaso en otro) el sistema puede ser muy interesante para los que realmente se enganchan a un título y no quieren esperar secuelas. Por supuesto, esto detiene al jugador de prestar / vender su juego a la espera de poder seguir disfrutando sus nuevas posibilidades.

- El lado oscuro es capar parte de los contenidos incluidos en el juego original. La descarga de un nuevo capítulo gratuito mediante un código de un solo uso hacen que los siguientes usuarios pierdan parte de la experiencia original. Pero esto es sólo la punta del iceberg, se trabaja en una iniciativa mucho más grave, que un modo multijugador completo pueda desaparecer de un plumazo. Algunas compañías estudian vincular a una consola concreta (o a un perfil de jugador) el modo multijugador, haciendo imposible disfrutarlo en otra máquina / con otro perfil. De esta forma el nuevo usuario tendría que volver a pagar para activar ese modo y poder disfrutar del juego.

Ambas ideas - aunque la segunda sea mucho más deleznable que la primera, y esperamos que castigada acorde por los usuarios - persiguen el mismo objetivo: acabar con este mercado que ¿no supone ningún beneficio para las compañías? Puede que no para las cortas de mira... Puede volver a revertir en la desarrolladora de forma directa: si un juego incluye contenido descargable de pago (ej., Fallout 3) un jugador de segunda mano puede volver a rentabilizar ese contenido con la descarga de material. Y, por supuesto, lo hace de forma indirecta ayudando a que la industria entera se siga manteniendo, y que adquirir una novedad no sea ni tan caro ni tan arriesgado.


Japón es uno de los países donde mejor funciona la venta de juegos de segunda mano, y uno de los mercados más fuertes de venta de videojuegos.

Incluso podría buscarse una solución intermedia, que las distribuidoras bajasen sus márgenes directos de beneficios a cambio de cobrar una pequeña comisión por cada vez que el juego fuese revendido... Y así el mercado de segunda mano beneficiaría a todo el mundo directamente.

Esperamos que los directivos reflexionen y sepan estudiar los números, y se olviden de intentar acabar con este mercado para ocuparse de la auténtica lacra de esta industria: la piratería. Puede que el pirata no haga que un posible jugador se haga con el juego original ofreciéndole el juego de segunda mano... Pero también puede que intente convencer a sus amigos y conocidos de que piratee su consola para compartir los juegos, o para que no haga el tonto. De un jugador que compra y vende de segunda mano la industria puede recibir un porcentaje, de un pirata siempre será el 0 absoluto. Y si sigue el auge de esta práctica, no sólo veremos caer el mercado de segunda mano...

La piratería. La bestia negra en el mercado del videojuego. Si todos los años nos congratulamos con los excelentes números de crecimiento del sector también hay fuertes varapalos, impresionantes estudios de pérdidas y estudios y compañías que desaparecen cada año, o sufren enormes recortes. Sin embargo hay un grupo de usuarios que, año tras año y consola tras consola, se niega a pagar por disfrutar de su medio de entretenimiento favorito. Bien sea un flasheo, bien un chip o un cartuchito mágico, esta gente no se da cuenta del daño que le está haciendo a la industria.

Para empezar hay que saber distinguir entre realidad y ficción. Es cierto que los números que nos dan los medios están completamente manipulados: si 1000 personas copian un videojuego de 50 euros la compañía no pierde 50.000 euros. Primero, no sabemos que procentaje de esos 1000 jugadores hubiera comprado el juego, y segundo, el total de euros no va para el mundillo (aunque si un importante porcentaje) y se desangra por el camino. Una vez claro esto, no es menos verdad que el crecimiento de la piratería perjudica al sector de distintas formas, y no nos estamos refiriendo solamente al factor económico... Vamos a ver con detalle algunas de las asertaciones- falsas - más repetidas en el mundillo, y a estudiarlas en detalle...

- Comprar videojuegos es una estupidez si puedes encontrarlos gratis.

Claro que sí, si realmente las grandes compañías de videojuegos son auténticas ONG, y los programadores simpáticos voluntarios para darnos una diversión gratuita e ilimitada... Si a partir de mañana todos los usuarios comenzásemos un pirateo masivo - e indiscriminado, por qué no- el mundillo agonizaría durante unas semanas antes de empezar con unas rebajas brutales y terminar por colapsarse completamente. La ley de la oferta y la demanda tan sencilla como eso... Y el mercado se mantiene en un delicado equilibrio- con problemas derivados de la piratería- gracias a que hay un nucleo de jugadores que aquieren los títulos originales, pagando religiosamente. ¿Y encima nos mofamos de ellos?

Tiene que quedar meridianamente claro que a las compañías el pirateo le beneficia muy parcialmente; sí, la gente compra la consola... pero nada más. Y cuando una máquina se vende por debajo de su precio de coste (esperando recuperar el dinero con el software) supone pérdida directas. Por supuesto, ya no hablamos de las desarrolladoras de software, que invierten cientos de miles de euros en cada proyecto a repartir entre diseñadores, grafistas, programadores... Si todos pirateásemos ¿de dónde se supone que vendría el dinero para un nuevo proyecto?

Hacemos mucho hincapié en la madurez que queremos que alcance este sector, pero mientras haya un porcentaje importante de jugadores que sólo piense en sí mismos y en su beneficio inmediato... poco podremos hacer.

- No compro demasiados juegos porque son demasiado caros, si valiesen la mitad...

Sin duda una de las mentiras más repetidas en el mundillo; sí, efectivamente hay un porcentaje de personas que comprarían más juegos de costar más baratos, pero la gran mayoría que hoy piratea sus juegos seguiría haciéndolo igual. ¿La prueba? Bueno, ya hay lanzamientos directos de títulos a precio reducido y no hay ningún problema para encontrarlos en las mismas fuentes que el resto. Cuando uno se acostumbra a las Ediciones Verbatim da exactamente igual que los juegos valgan 70 que 50, 30 o 20... ni siquiera se pasa por la tienda para comprobar los precios. Y seamos consecuentes, los precios tampoco pueden reducirse hasta el infinito teniendo en cuenta los costes de desarrollo, testeo, edición, traducción, duplicación, distribución.. Otro ejemplo contundente es ver cómo sigue aumentando la cantidad de títulos pirateados en PC a pesar de iniciativas pioneras a la hora de abaratar el software, como los juegos adquiridos mediante streaming.

Además, si realmente queremos demostrar nuestro descontento con los precios del mercado piratear no es la solución: hay que evitar el adquir los juegos a sus precios de salida. Hay unas estupendas ediciones a precio reducido para adquirir una vez pasado el furor inicial del lanzamiento, oficiales- tipo platinum- o rebajadas por las grandes superficies. Si las ventas de estas ediciones se disparan, las compañías pueden empezar a entender que más les vale vender X miles de unidades a precio reducido que menos de la mitad a precio normal... Las matemáticas no engañan, y los números de ventas siempre se entienden bien. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta postura dificultaría progresivamente que las compañías se arriesgasen con superproducciones tipo Metal Gear 4, ya que sería mucho más complejo (largo y costoso) recuperar el dinero invertido...

- Este título me lo bajo y no lo compro porque no está traducido.

O porque no tiene selector de herzios, modo progresivo, no me gusta la edición (y en USA hay una especial), ha llegado muy tarde... Muchos jugones buscan las excusas más intrincadas (y creednos, unas son tan tontas como otras) para piratear un juego e intentar quedarse con la conciencia tranquila, se autoerigen justicieros del mundillo del videojuego y quieren utilizan la copia indiscriminada de forma reivindicativa.

Si queremos que el mercado madure y evolucione hay que intentar ser consecuente con nuestros actos, y esto- que pasa completamente desapercibido para las grandes compañías- encaja como una débil excusa o una simple pataleta que como un acto de reivindicación. Si quieres luchar contra estas ediciones hay formas mucho más efectivas; en pleno auge de la era de la información es fácil crear plataformas desde las que reunir firmas con las que demostrar nuestro descontento a las distribuidoras, y que estan puedan apretarle las tuercas a las compañías. Por otra parte podemos tirar de importación, y hacernos con el título en otro mercado. Si un juego X que no ha sido traducido más allá del inglés tiene unas ventas amplias en USA pero muy disminuidas en Europa, una compañía medianamente inteligente debería hacerse preguntas...

- Lo copio porque importar es igual que piratear

Una débil defensa para los que juegan con copias de títulos lanzados en otros países (y piensan que son más honrados que los "piratas locales") es que, como el título no se ha lanzado dentro de nuestras fronteras, no hacen daño a la industria; o que, llegando más lejos, su acción es igual que la importación, ya que las distribuidoras españolas no ven un euro en ninguno de los dos casos.

Por supuesto, y pensando despacio, no es muy lógico que la importación sea comparable a la piratería (ni de lejos), al fin y al cabo es un dinero que revierte en el mercado del videojuego (aunque sea a nivel global); eso sí, sería muy hipócrita esperar que si importamos todos los títulos que compremos la situación del mercado va a mejorar... Aquí es necesario alcanzar un equilibrio entre las compañías- que intentan impedir la importación con prácticas monopolísticas (véase Sony, bloqueando la exportación internacional de juegos en importantes tiendas online) o deshabilitando el soporte para juegos de otras regiones (en este caso la culpable es Nintendo).

No deberíamos olvidarnos del mercado español tirando de importación- porque tarde o temprano nos pasará factura, sobre todo a nivel de traducciones- ni comprar sistemáticamente todo lo que venga traducido al castellano, hay que demostrar que somos un sector de madurez creciente que compra lo que realmente quiere, no lo que quieren venderle. Afortunadamente han pasado la época negra en la que se lanzaba un solo RPG traducido al año... La clave está en el equilibrio.

- Comprar de segunda mano es tan perjudicial como piratear

Enésimo argumento fácil de desmontar. Es cierto que para este mercado no es tan beneficioso que un usuario compre un título nuevo que el que lo haga de segunda mano... Pero no podemos olvidar que cada vez son más las tiendas que recompran los títulos a los jugones al poco de su lanzamiento y les ofrecen ventajas para adquirir un nuevo juego, por lo que muchas veces el dinero vuelve al mundillo. E incluso aunque no vuelva inmediatamente también puede servir para una nueva adquisición en un tiempo razonable, ya que al usuario acostumbrado a comprar juegos no le pesa comprar más títulos nuevos.

Es indiscutible que un porcentaje del dinero de las ventas de títulos de segunda mano vuelve a revertir en el sector del videojuego; este porcentaje puede ser mayor o menor, pero existe. El piratear aporta exactamente 0.

- Las ediciones de coleccionista no ayudan a las ventas.

Curiosamente esta última falsas verdades la mantienen las propias compañías- al menos, muchas de ellas- para evitarse problemas a la hora del lanzamiento. Sin embargo, los números de ciertas versiones y las millonadas que se pagan a posteriori por las ediciones especiales de ciertos juegos son irrebatibles.

Si me ofrecen por X euros un producto que puedo conseguir con calidad similar y de forma casi gratuita- dejando la legalidad del hecho a un lado- es muy difícil que me decante por pagar. El que además me ofrezcan algo que no pueda conseguir de otra forma (véase artwork, figurita, llavero, camiseta) es un interesante aliciente, y más teniendo en cuenta que hablamos de artículos de lujo, y el público al que se dirige el lanzamiento son auténticos aficionados. Un detalle que no hay que olvidar...

Eso sí, tampoco hay que esperar milagros, ni puede. Si uno utiliza esta estrategia para lanzar un título a medio terminar- véase como ejemplo reciente el último Alone in the Dark - o incluye cualquier extra zarrapastroso- como una simple caja especial - no debería esperar ventas millonarias ni en sus sueños más optimistas.

Sin caer en el moralismo- no es nuestro estilo- esperamos que muchos de los tópicos asociados a la piratería os hayan quedado claros y bien explicados. Como siempre, esperamos impacientes vuestra opinión al respecto.