En resumen, esto queda así:
Plan | Precio | Catálogo | Acceso día uno | Extras |
Game Pass Core (antes) | 6,99 € | +25 juegos | No | Multijugador online |
Game Pass para consola (antes) | 12,99 € | +200 juegos | Sí | Recompensas, nube, EA Play |
Game Pass Ultimate (antes) | 17,99 € | +400 juegos | Sí | EA Play, nube, recompensas |
Essential (nuevo) | 8,99 € | +50 juegos | No | Multijugador, nube, recompensas |
Premium (nuevo) | 12,99 € | +200 juegos | Hasta 12 meses después | Recompensas, nube, beneficios en juegos |
Ultimate (nuevo) | 26,99 € | +400 juegos | Sí (75 juegos/año) | Ubisoft+, Fortnite Crew, EA Play, recompensas, nube 1440p |
El nuevo plan Essential sustituye a Game Pass Core y cuesta 8,99 € al mes. Incluye más de 50 juegos en consola y PC, multijugador online, juego en la nube y recompensas. Premium reemplaza a Game Pass Standard, mantiene su precio en 12,99 € y amplía el catálogo a más de 200 juegos, aunque los lanzamientos de Xbox Game Studios llegan hasta 12 meses después de su estreno. Ultimate sube de 17,99 € a 26,99 € mensuales, con más de 400 juegos, 75 lanzamientos día uno al año, acceso a Ubisoft+ Classics, Fortnite Crew desde el 18 de noviembre, y mejoras técnicas en Xbox Cloud Gaming.
Impacto en los jugadores y percepción del cambio
La sensación es muy agridulce por varios motivos. Desde Ultimagame.es ya os hemos comentado en varias ocasiones que los precios de los desarrollos siguen aumentando conforme los usuarios demandamos más calidad técnica en los juegos y el hardware lo permite. Eso no quiere decir que podamos alucinar con grandes desarrollos a coste comedido como Silksong o Clair Obscure, sino que cuando sale un nuevo juego de alguna saga conocida (Assassin's Creed, The Witcher, Call of Duty, Battlefield...), demandamos más calidad técnica de la anterior, y tenemos que asumir que el acceso a estos grandes lanzamientos se ha encarecido. Aumentar el precio de la suscripción (del servicio) parece una medida lógica para poder jugar desde el primer día a estos juegos, como a Call of Duty: Black Ops 7, pero esta sensación queda diluida por el hecho de que ahora algunos de estos juegos no estarán disponibles en el modelo Premium (el segundo) como el año pasado y solo en el Ultimate (el más caro), lo que obliga a subir de plan si queremos tener lo mismo que teníamos. No olvidemos que aunque se da más por más precio, muchos jugadores quieren ciertas cosas que no pueden quitar, como jugar en consola y no en PC, o no jugar a juegos como los clásicos de Ubisoft + aunque los esté pagando. Esta decisión ha generado una sensación de exclusión entre quienes ya pagaban por el plan intermedio, que ahora se sienten desplazados.
Buscaremos alternativas, pero la realidad es que el nuevo modelo segmenta el acceso a los títulos más esperados. Aunque se han añadido recompensas que pueden alcanzar los 100 € anuales en Rewards, la percepción general es que se paga más por lo mismo. La inclusión de Ubisoft+ Classics y Fortnite Crew añade valor, pero no todos los jugadores están interesados en estos servicios. La subida de precio del plan Ultimate es del 50%, y la del plan para PC alcanza el 40%, lo que marca un punto de inflexión en la estrategia de Microsoft.
Rentabilidad del modelo Game Pass y sostenibilidad
Os hemos comentado tantas veces cómo funcionan los diferentes modelos de financiación dentro de Game Pass que ya suponemos que no es necesario. Este es un servicio que ha sido rentable para Microsoft, con más de 37 millones de suscriptores en 2025, con ingresos superiores a 5.000 millones de dólares en 2024. El resumen sería: Tú pagas por un mes o un año independientemente de cuántos juegos juegues, y una parte de tu pago va a cada juego al que juegas. Si juegas a decenas es muy rentable, pero si juegas a uno o dos hay dinero de tu suscripción que se lo queda Microsoft, y de ahí la rentabilidad, ya que la mayoría de los jugadores no juegan a tantas cosas mensualmente. Sin embargo, los desarrolladores no siempre comparten esa rentabilidad. El no tener suficientes jugadores pagando el servicio hace que los pagos por descarga, tiempo jugado o permanencia en catálogo benefician a estudios pequeños, pero no cubren los costes de producción de títulos AAA. Esto ha provocado que algunas grandes editoras reconsideren su participación en el servicio, haciendo que Microsoft deba utilizar parte de este beneficio en asegurar títulos.
Debemos tener en cuenta que el modelo actual favorece a Microsoft como plataforma, pero no garantiza ingresos sostenibles para los creadores. La inclusión de juegos como Hollow Knight: Silksong o The Outer Worlds 2 en Ultimate refuerza el atractivo del plan, pero también plantea dudas sobre la viabilidad de mantener este ritmo de lanzamientos sin comprometer la rentabilidad de los estudios implicados. Y es que el jugador que solo quería jugar a ciertos juegos desde el primer día y ya pagaba religiosamente una cantidad elevada de dinero (por encima de los 100 euros anuales) ahora ve como tiene que pagar más por lo mismo, que es poder jugar a estos ciertos juegos.
Subida de precios en consolas y efecto en el ecosistema
Desde su lanzamiento en 2020, Xbox Series X ha pasado de 499 € a 549,99 €, y en USA aún el aumento fue mayor hasta los 649 dólares. Mientras, la consola menos potente de la familia, Xbox Series S, también ha subido de 299 € a 399 €. Este incremento rompe con la tendencia histórica de abaratamiento y ha coincidido con una caída del 22% en ventas de hardware. Se han vendido 33,4 millones de consolas Xbox Series, frente a los más de 78 millones de PS5 y los más de 150 millones de Nintendo Switch.
Tenemos que valorar si esta estrategia de subida de precios en hardware y servicios está alineada con la realidad del mercado. La participación de Xbox en Reino Unido ha caído del 31% en 2022 al 13% estimado en 2025. Si el acceso a los juegos más esperados se restringe al plan más caro, y las consolas se encarecen, el ecosistema puede volverse menos competitivo frente a alternativas más accesibles. Lo curioso está en que aún con esta subida, el precio del servicio puede compensar mucho en lugar de comprarse los juegos, ya que 26,99 € × 12 meses = 323,88 € al año, y esto vendrían a ser 4-6 juegos comprados de PS5, como por ejemplo:
- Call of Duty: Black Ops 7 a 79,9 €
- Indiana Jones and the Great Circle a 69,99 €
- Clair Obscure a 59,99 €
- Doom: The Dark Ages a 69,99 €.
Por este mismo precio anualmente Game Pass te garantiza 75 juegos nuevos el primer día de lanzamiento. ¿Pero son estos realmente a los que yo quiero jugar? Si me los compro una vez los tendré en mi colección, y en Game Pass tendría que seguir pagando cada año por ellos. Aún así, nunca hace gracia que suban el precio un 50% a un servicio.
Comparativa con Sony y Nintendo
La competencia aquí se está manteniendo muy neutral. Sony y Nintendo han subido también sus consolas, PS5 y Switch 2, con un precio demasiado elevado para su modelo PS5 Pro, pero manteniendo su modelo de venta directa con PlayStation Plus como complemento, sin depender de lanzamientos día uno en suscripción. Nintendo sigue apostando por exclusividades y un modelo híbrido que ha demostrado ser más rentable. Ambas compañías han evitado subidas agresivas de precios en sus servicios, lo que refuerza su posición frente a Xbox, y sobre todo la sensación de que pasados cinco o seis años tanto Sony como Nintendo seguirán una línea de aumento pequeño de algunos de sus servicios y productos, mientras que Microsoft ha subido tres veces Game Pass en los últimos tres años (julio de 2023, julio de 2024 y ahora en octubre de 2025), lo cual no ayuda a ninguna sensación positiva.
Debemos preguntarnos si Microsoft está apostando por un modelo de suscripción premium que puede alienar a parte de su base de jugadores. La fragmentación del acceso y la dependencia de servicios externos como Ubisoft+ o Fortnite Crew pueden diluir la identidad de la plataforma. Pero no es la única que hace movimientos extraños, y aún así si da la sensación de ser la que peor lo está haciendo. Por ejemplo, Nintendo sigue intentando dar pasitos hacia el futuro eliminando el soporte físico muy lentamente, algo que también le está pasando factura aunque en menor medida por ser casi inevitable. Mientras, Sony sigue jugando a un modelo que parece muy caduco, el de crear grandísimos lanzamientos extremadamente caros con los que cruzan los dedos esperando que les vaya bien, y mientras haciendo experimentos que no gustan a una comunidad que puede dar la espalda de forma realmente rápida si no le gusta el más mínimo comentario (como pueden ser los casos de Ghost of Yotei, Intergalactic: The Heretic Prophet, o el más sonado caso de Concord).
Juegos clave que estarán solo en Ultimate en 2025
La estrategia de Microsoft para 2025 está claramente orientada a reforzar el valor del plan Ultimate como puerta de entrada exclusiva a los lanzamientos más esperados. Call of Duty: Black Ops 7 y High on Life 2 ya han sido confirmados como títulos que solo estarán disponibles día uno en ese plan, dejando fuera a los suscriptores de Premium. Esta decisión marca un cambio profundo en la filosofía de Game Pass, que hasta ahora ofrecía acceso simultáneo a todos los planes.
Juego | Disponibilidad confirmada | Plan de acceso |
Call of Duty: Black Ops 7 | Sí | Solo en Ultimate |
Indiana Jones and the Great Circle | No confirmada | Probable en Ultimate |
Clair Obscure: 1976 | No confirmada | Probable en Ultimate |
Avowed | No confirmada | Probable en Ultimate |
Hollow Knight: Silksong | Confirmada | Exclusivo en Ultimate |
Fable | No confirmada | Probable en Ultimate |
Ninja Gaiden 4 | Confirmada | Exclusivo en Ultimate |
Gears 6 | No confirmada | Probable en Ultimate |
Doom: The Dark Ages | Confirmada | Exclusivo Ultimate |
High on Life 2 | Sí | Solo en Ultimate |
The Outer Worlds 2 | Sí | Solo en Ultimate |
Tenemos que asumir que esta tendencia se consolidará con otros títulos clave como Avowed, Fable, Doom: The Dark Ages o Indiana Jones and the Great Circle, que por su perfil AAA y coste de desarrollo, encajan en la lógica de exclusividad para el plan más rentable. Aunque no todos han sido confirmados oficialmente, la probabilidad de que se limiten a Ultimate es alta, y eso condiciona nuestras decisiones como jugadores. Si queremos estar al día con los grandes lanzamientos, el salto a Ultimate se vuelve casi obligatorio.
La conclusión sigue siendo la misma que hace 8 años: Microsoft no sabe bien a lo que juega
Lo hemos hablado muchas veces. La enorme cantidad de dinero que mueve Microsoft gracias a Game Pass y a otros servicios internos como Windows, Bing, o Azure entre otros muchos, les hace tener mucho dinero para muchas cosas, y esto parece que lo que intentar es hacerlo todo, a la vez, y esperando que algo funcione bien. Game Pass funcionó bien aunque no era rentable para muchas compañías, ahora van a tener el lanzamiento de dos nuevas portátiles que, muy probablemente, se vayan a convertir en otro agujero negro para la compañía, por ser muy caras y por no ofrecer nada que otras similares no ofrezcan. Xbox Series tampoco les ha ido demasiado bien, siendo una consola que ha vendido menos que Xbox One (58 millones con respecto a unos 36 millones actualmente), quedando solo por encima en ventas de la Xbox original (que vendió 24 millones). Ahora, el servicio que se había consolidado en 2025 como una gran alternativa al resto de consolas, por grandísimos lanzamientos este año como Indiana Jones, Doom, Oblivion remaster, Silksong o Clair Obscure, se encarece aún más dejando fuera a muchos usuarios que se planteaban suscribirse, y haciendo que otros muchos que estamos dentro nos planteemos con dejarlo si sigue este camino.
La realidad sigue siendo que el servicio Game Pass sigue siendo muy bueno, incluso a 330 € anuales, porque pagar por una suscripción 27 euros mensuales y poder jugar a muchísimos juegos y muchos de calidad, compensa y mucho. Su principal problema, además de que algunos de los que queremos no estén disponibles (los juegos de Bandai Namco, los principales lanzamientos de Konami o SEGA, esperar meses hasta poder jugar a los de Ubisoft y Electronic Arts...), es la sensación de no saber qué están haciendo, de hacer pagar al usuario más fiel por el mismo servicio mucho más dinero por lo mismo, y de añadirle algunos servicios que no le interesan para nada para justificarlo.
Como usuario personal de Game Pass desde 2019, con una Xbox Series desde 2021 (también PS5, PC, Switch, y ahora Switch 2), veo cómo el mercado está tomando difernetes aproximaciones a un mismo problema como es el aumento desmedido de los costes en los desarrollos, y que siempre es el mismo usuario, el más fiel, el que tiene que pagar los platos rotos, hasta que se acaba cansando y comienza a buscar alternativas en otros formatos, otros sistemas, u otros modelos.